martes, 23 de noviembre de 2010

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miércoles, 10 de noviembre de 2010

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Arte rupestre en el río Salado (Desierto de Atacama, Chile)



EL PODER DE LOS GENTILES. Arte rupestre en el río Salado (Desierto de Atacama, Chile)
Victoria Castro / Francisco Gallardo

La precordillera del desierto de Atacama, en especial aquella abrupta franja por la que escurren las aguas que alimentan al río Loa, el único que en esta región alcanza el mar, presenta un paisaje que impresiona por su aridez. Mirado desde el aire, parece un manto rocoso y áspero surcado por profundas quebradas que bajan desde las altas cumbres de los Andes en dirección a la planicie desértica.
Este escenario imponente donde reina el silencio. Emplazado por encima de los 3.000 metros de latitud, su clima es seco, con días calurosos y noches muy frías. A primera vista, parece un ambiente hostil y sin embargo durante miles de años, ha sido habitado y domesticado por la gente andina.
Cientos de ruinas arqueológicas (1) dan testimonio de su pasado prehispánico. Hay aleros con basuras olvidadas por 7.000 años, restos de campamentos donde grupos de cazadores recolectores se cobijaron de las inclemencias del tiempo, conjuntos de habitaciones de piedra dispersas sobre vegas altoandinas que fueron ocupados en los primeros siglos de nuestra era por antiguos pastores de la región. Aldeas tardías que hacia los años 900 d. c., fueron habitadas por poblaciones altiplánicas, las que también construyeron extensos sistemas de andenería para el cultivo. Además minas de cobre y centros residenciales que estuvieron bajo el dominio del fino tejido político y religioso del imperio Inca.
La región del Salado, principal afluente del Loa, propone una prehistoria compleja, sometida a tensiones culturales provenientes de áreas vecinas como el Salar de Atacama, el altiplano Boliviano y el noroeste argentino. Plantea situaciones históricas diversas y cambiantes en los planos ecológicos, económico, político e ideológico. Este verdadero archivo arqueológico provoca innumerables preguntas, especialmente cuando indagamos acerca del arte rupestre, un terreno poco explorado, plagado de prejuicios y obviedades. Cientos de grabados y pinturas yacen sobre las rocas de las quebradas y en los aleros. Sabemos que están allí proporcionando una dimensión nueva al ambiente, generando una ruptura artificial sobre un continuo de naturaleza. Son lugares marcados por lugares indelebles, cuyos contenidos no son evidentes. Generalmente, los esfuerzos por penetrar, de intentar establecer algún tipo de comprensión, tiene necesariamente que reconocer el poder modelador (limitado y obscurecedor) de nuestras concepciones culturales, de nuestras formas del arte rupestre debe comenzar por darle crédito a las concepciones y categorías indígenas involucradas en la producción de este "arte". Debe reconocer que los "artistas" de cada cultura crean su propio lenguajes, construyendo sus obras en otros sentidos, marcándolos con materias diversas pero significativas. Las palabras, los gestos, las arcillas, las piedras, los metales, los pigmentos, los surcos (y otros tantos elementos cargados de significación) sirven de "materia prima" para la manufactura de mensajes "estéticos" suspendidos en redes de símbolos e ideologías, sometidos a los vaivenes del quehacer social, con sus intrigas políticas y sociales, prisioneros de trampas económicas y ecológicas.
Esta opción interpretativa supone un desplazamiento, un distanciamiento definitivo de la idea que el arte rupestre fue hecho para ser visto como una obra en un museo. Sobre este tema nos proponemos reflexionar en las líneas siguientes.

ARTE Y PODER EN EL MUNDO ANDINO
Uno de los tantos hechos nuevos y extraños que impresionaron al conquistador europeo a su llegada al Perú fueron las magníficas pinturas que cubrían los muros de habitaciones y templos, como lo describe Cobo :
Después del soberbio templo del sol, tenía al segundo lugar de grandeza, devoción, autoridad y riqueza el de Pachacama ; al cual, como a santuario universal, venían de peregrinación las gentes de todo el imperio de los Incas (...) Las paredes destos aposentos como los terraplenos y del demas edificio (...) estaban enlucidas de tierra y pintura de vatios colores, con muchas labores curiosas a su modo, si bien al nuestro toscas, y diversas figuras de animales mal formadas (2).
La tradición de este arte mural es larga, y aunque su origen puede ser encontrado en los muros de los primeros templos de la civilización andina hacia los 1800 antes de Cristo, nos sentimos tentados a ligarla a formas de representación aún más antiguas. El arte rupestre—pinturas y grabados sobre un soporte rocoso—es probablemente uno de los primeros sistemas de representación iconográfica en Los Andes. Conocemos muchos asentamientos de cazadores recolectores—anteriores a la adopción de la cerámica y la agricultura—que muestran animales, seres humanos y otras figuras (3).
En estos contextos históricos, el arte se presenta como un hecho evidente y público que se involucra directamente con la vida cotidiana. Ciertamente no es un decorado. Los relatos indígenas recogidos por los cronistas españoles en el siglo XVI, sugieren otros significados. Molina escribe,
Y para entender donde tuvieron origen sus idolatrías porque es assi que estos no usaron escritura y tenían una casa del sol llamada Poquen Cancha, que es junto al Cuzco la vida de cada uno de los Yngas, y de las tierras que conquistó pintado por sus figuras en unas tablas, y que origen tuvieron (4).
Las tablas pintadas del Inca contenían un relato, evocaban una historia que era, de acuerdo a otro testimonio colonial, puro discurso mítico. De hecho, sabemos que una de estas pinturas consignaba el mito de creación de las naciones andinas.
En apariencia, el valor de esta obras era amplio, pues en ciertos eventos comunales eran utilizadas para definir roles sociales y posiciones políticas. Durante la festividades del Intiraimi (la celebración del Sol), el Cuzco era visitado por kurakas venidos de todos los rincones del Tawantinsuyu, quienes según Garcilaso, "traían pintadas las hazañas que al servicio del Sol y de los Incas habían hecho" (5).
El dominio de la pintura era entonces socialmente activo, patrimonio de muchas personas. Sin embargo, pocas tenían el privilegio para manipular sus significados. Es el caso del Quilca Camayoc, un funcionario de la burocracia incaica, quien poseía de acuerdo a Guaman Poma un quipo (cordeles con nudos) de "colores teñidos" (6) mediante los cuales registraba las palabras del Inca y llevaba la cuenta de los meses y años.
El énfasis dado a la pintura en los distintos registros históricos, parece delimitar el campo del arte y el simbolismo, dejando implícitamente fuera otros medios de expresión. Sin embargo, nos parece que esto es pura apariencia, una ilusión que puede ser disipada recurriendo al reino de la palabra indígena. Según Ludovico Bertonio (1612), el aimara del siglo XVII (que en este caso es similar al quechua) designaba esta actividad con la palabra Quellcatha, "que es propiamente affeitar (enlucir), pintar, o rafguñar (grabar) al modo de indios" (7). La misma designación sirve para significar el "el escriuir como hazen los Efpañoles" (8). La palabra es precisa y su significado parece buscar un centro en la idea de algo marcado, inscrito. Diferenciado y modificado artificialmente. Lleno de contenido interpretable, como la escritura.
Ahora sabemos que este arte andino supone un código y un mensaje, una "historia" con otro tiempo. No se trata de una escritura, pero da vida a un lenguaje que organiza formas y colores. Sus signos son visibles, pero sus significados están ocultos en la mente de los privilegiados que pueden "descifrarlos". El arte andino (como muchos otros) pretende comunicar, pero quizá ésta no es su cualidad más relevante. Su aspecto comunicativo y la "política" de su circulación social amenazan con oscurecer su poder real. Molina relata que
el Hacedor empezó a hazer las gentes y naciones que en esta tierra ay y haziendo de barro cada nación pintándoles los trajes y vestidos que uno avían de traer y tener y los que avían de traer cavellos con cavello los que cortado cortado el cavello, y que concluyó cada nación dio la lengua que avía de hablar y los cantos que avían de cantar, y las simientes y comidas que habían de sembrar, y acabado de pintar y hazer dichas naciones y de barro dio ser y anima a cada uno (9).
Es en este mito de creación de las naciones andinas, donde es posible apreciar la magnitud de las fuerzas desatadas por el quellcatha. Su cualidad no reside únicamente en la construcción de significados, sino también en su poder para manipular y ordenar el mundo. En el mito, la pintura (o el acto de pintar) es intermediaria entre dos "estados de la materia", juega un papel crucial en el paso entre dominios opuestos, entre el "reposo" y el "movimiento". A través del quellcatha lo inanimado cobra vida. Sólo así la figuras de barro modeladas por el "Hacedor" pueden llegar a adquirir presencia vital y obtener identidad cultural. El quellcatha permite una transformación de la "materia", apelando a su inconmensurable eficacia simbólica.
El poder contenido en esta red material de tensiones simbólicas fue desplegado en muchos rituales andinos. Por ejemplo, durante las fiestas de cosecha se ofrecían a las divinidades grandes rebaños de animales "pintados de todos los colores" (10) . Este poder simbólico, que responde a un orden y es capaz de ordenar nuevos acontecimientos, es una dimensión del mundo andino poco conocida, pero las noticias coloniales dejan claramente establecido su carácter sagrado.
Una actividad de este tipo debió recaer en un especialista, un individuo que por razones desconocidas para nosotros tenía el poder de manipular las fuerzas transformadoras del quellcatha. Entre la ordenanzas del Inca Atawallpa, recogidas por Guaman Poma, se menciona a los "pintores, que pintan en paredes y en quiro y en mate que les llaman Cuscoc, llimpec" (11). El campo de acción de esta categoría de especialistas, que en aymará se llaman "Quellquericcofccori, Llimpiri" (12), parece haber cubierto una variedad de dominios. En tal sentido, se ha sugerido que los tintoreros eran artesanos diferentes a los hilanderos, una división social y simbólica del trabajo que pudo segregar también a los pintores de textiles y los labradores de metales (13).
Estas cualidades sociales, simbólicas y sagradas del arte andino no pasaron desapercibidas para el español, quien no dudó en incluir esta práctica indígena entre las "idolatrías" que debían ser perseguidas, castigadas y extirpadas. En el año 1575, una disposición del virrey Francisco de Toledo fue explícita al respecto:
Ytem, porque de la costumbre envejecida que los indios tienen de pintar ídolos y figuras de demonios y animales a quién solían mochar (reverenciar) en sus duhos, tianas, vasos, báculos, paredes y edificios, mantas, camisetas, lampas y casi en todas cuantas cosas les son necesarias, parece que en alguna manera conservan su antigua idolatría, proveeréis, en tratando en cada repartimiento, que ningún oficial de aquí adelante labre ni pinte las tales figuras so graves penas, las cuales executaréis en sus personas y bienes, lo contrario haciendo. Y las pinturas y figuras que tuvieren en sus casas y edificios y en los demás instrumentos que buenamente y sin mucho daño se pudiesen quitar que pongan cruces y otras insignias de Xptianos (cristianos) en sus casas y edificios (14).
Ante tales medidas represivas, no es de extrañar que Guaman Poma (un Quilca Camayoc del siglo XVII) haya enviado al rey de España una colección de dibujos y textos acerca de la vida en Los Andes, en las que los pintores aparecen asociados a iconos católicos y las pinturas indígenas confinadas al cuerpo castigado de los "idólatras".

Pintura rupestre en la subregión del río Salado. Dibujo de Bernardita Brancoli

EL ARTE CONTRADICTORIO
La región del río Salado es actualmente habitada por varias comunidades de pastores y agricultores andinos. En las aldeas de Cupo, Aiquina y Toconce viven gentes que reconocen tener entre ellas grandes afinidades sociales y culturales, las que son permanentemente cultivadas. En público acostumbran hablar español y en privado suelen hacerlo en quechua. La comunidad de Caspana, cierra el circuito de poblados de esta zona, y es considerada algo distinta, como un enclave de fuertes raíces con las poblaciones locales antiguas. Algunos lugareños, creen que son los herederos directos de los "antiguos" o "gentiles". Todas estas comunidades, viven bajo la advocación religiosa cristiana de un santo patrón. Sus imágenes son fuente de veneración y son festejadas en largos y extenuantes rituales colectivos, donde es costumbre transportarlas en andas, llevándolas y trayéndolas de un pueblo a otro, estrechando así, vínculos sociales y culturales.
Las imágenes, delicadamente policromadas y vestidas, tienen una gran importancia simbólica para el funcionamiento vital de las comunidades. Pero es sólo cuando uno participa en sus fiestas que logra calibrar mejor, los alcances políticos y culturales de estos eventos colectivos. Como observadores externos, lo primero que llama la atención, es el uso que se hace de los iconos cristianos. Ellos son activados mucho más allá de lo que la Iglesia Católica estimaría como una conducta religiosa usual. Sin duda las imágenes, son utilizadas bajo códigos culturales no occidentales. Ciertamente, no se trata de sincretismo, un proceso mediante el cual los símbolos de la cristiandad sirven para ocultar símbolos andinos, para mantener viva una cosmovisión indígena inconmovible que traspasa el tiempo y proporciona identidad cultural.
Lo cierto es que la vida es siempre un juego de interpretaciones, de traducciones hechas a partir de un marco cultural de referencia (15) siempre nuevo y cambiante. Mujeres y hombres, son seres atrapados en una red de signos que ellos mismos van tejiendo (16), tejido en el cual todo acontecimiento nuevo es internalizado en términos de conocimientos y emociones preexistentes. Este es quizás el mecanismo más frecuente para hacer aceptable (tolerable) el acomodo de esas "extrañas partículas" impuestas la mayoría de las veces por una cultura dominante.
Un ejemplo de este proceso de traducción cultural es el Apóstol Santiago, el santo patrono de las tropas españolas que desembarcaron en el Nuevo Mundo. Santiago el Mayor, irrumpió en la vida del indígena de Los Andes bajo el estigma de la violencia. Las batallas para doblegar a la población, eran libradas bajo la protección del santo y los soldados atacaban invocando su nombre.
La imagen de este Santiago guerrero, poderoso y vencedor se popularizó rápidamente en el mundo andino. Lienzos, murales y esculturas religiosas recrean la figura de un hombre barbado montando un caballo blanco, con capa al viento y una espada levantada en su mano, muchas veces cayendo sobre el cuerpo vencido de figuras que representan indígenas. El proceso mediante el cual el Apóstol Santiago llegó a cobrar importancia no es evidente, pero fue esta imagen, que "cabalgaba" (bordado o pintado en las banderas de los estandartes) con las tropas europeas, provocando la muerte bajo el trueno de los arcabuces y el ruido seco de los cascos de los caballos, la que finalmente sedimentó en la vida de los pueblos andinos, quienes se la apropiaron y re-semantizaron hasta hacer irreconocible la figura del santo venerado por los españoles. Según Guaman Poma,
Santiago Mayor de Galicia, apóstol de Jesucristo, en esta ora que estaua asercado los cristianos, hizo otro milagro Dios, muy grande, en la ciudad del Cuzco. Dizen que lo uieron a uista de ojos que auajo el señor Santiago con un trueno muy grande. Como rrayo cayó del cielo a la fortaleza del Ynga llamado Sacsa Guaman (...) Y como cayó en tierra se espantaron los yndios y digeron que abía caydo yllapa, trueno y rrayo del cielo (...) Y desde entonses los yndios al rrayo les llama y le dize Sanctiago (17).
Con el tiempo esta concepción indígena del Santiago Illapa, la divinidad ecuestre del trueno y el rayo, la lluvia y el granizo, experimentó tal popularidad, que rápidamente tuvo que ser incluida entre las muchas "idolatrías" indígenas que debían ser prohibidas. Arriaga nos informa que,
En el nombre de Santiago tienen también superstición y suelen dar este nombre a uno de los chuchus como a hijos del rayo, que suelen llamar Santiago (...) usurpan con gran superstición el nombre de Santiago, y así, entre las demás constituciones que dejan los visitadores acabada la visita es una, que nadie se llame Santiago sino Diego (18).
Durante los siglos siguientes, las referencias documentales respecto a este Santiago indígena son obviamente escasas, y sólo con la disolución de los lazos políticos, económicos e ideológicos de la administración colonial, es posible visualizar nuevamente su imagen. Un síntoma de este cambio político y cultural son las numerosas comunidades andinas que comienzan a aparecer bajo la advocación del santo.
La comunidad de Toconce es una de ellas. Allí la imagen del Santiago Apóstol es reverenciada e invocada constantemente como una forma de reducir las tensiones que gravitan sobre la vida y la reproducción de la vida en la comunidad. El Santiago toconcino posee el don de la presencia, protege y provee, según las narraciones de los lugareños:
Pa'que haga llover, galopeando el caballo en medio de las lomas, tronando. Sacando chispa en medio de las lomas, con herraduras de bronce, frenillos de plata, espadas de plata (19).
El Santiago de Toconce es una escultura de madera policromada vestida de terciopelo. Ella permanece en la soledad de la iglesia, la que abre sus puertas para las fiestas comunales. El jinete Santiago es celebrado en julio durante una semana. Esta es una festividad que congrega a unas trescientas personas que colman la aldea, convirtiéndola en el escenario de incansables procesiones y devotos bailes de promesantes. Sólo el eco sonoro de las bandas de bronces y grupos de sicus quiebran el silencioso homenaje al santo indígena. La música, proporciona el ambiente adecuado para el drama ritual, provoca sensaciones acordes al estado emocional de los participantes. Es en este incansable ir y venir del santo y sus seguidores, donde el yatiri, el que sabe las costumbres, invoca los poderes de la imagen, ruega ante la figura del santo por la salud de la gente, la fertilidad de los campos y los animales. La imagen permite "producir" vida, favorece la reproducción de la comunidad.
El poder concentrado en esta "figura ecuestre" parece obvio ante el enorme peso simbólico que ella tiene en el mito y el ritual toconceño. Sin embargo, estas cualidades de la imagen son nuevas, recientemente adquiridas. De acuerdo al testimonio de los comuneros, antes de que el pueblo tuviera una iglesia, el santo se encontraba depositado en una sencilla capilla construida entre las ruinas de un sitio arqueológico donde los "antiguos" se enterraban, donde los "gentiles pagaban" (ofrendaban) a la tierra. En aquella época, Santiago era sólo una pequeña figura de madera, sin pintura, sin color. Ella no producía para la gente. Carecía de la eficacia simbólica que hoy posee. Fue en ese momento de total indefección, cuando la comunidad trajo desde Bolivia a un retocador, a un pintor.
Vino de Bolivia el retocador, era Domingo Yamque, ese retocó, ahí quedó grandecito el San Santiago ¡Grande! El chiquito ha puesto en el corazón (Víctor Berna, Toconce).
El especialista aplicó pintura sobre la escultura y la hizo crecer, le proporcionó el medio por el cual sus poderes pueden fluir hacia el exterior. Transformó simbólicamente y creó un puente entre lo "profano" y lo "sagrado", lo "improductivo" y lo "productivo".
El poder benéfico, público y comunitario que suele poseer este "arte" cambia radicalmente cuando se trata de imágenes rupestres. La primera reacción de los lugareños ante una pregunta directa o indirecta acerca del arte rupestre, es el silencio, situación que no se da en otros dominios del conocimiento. Se siente en el aire la tensión, la incomodidad y el temor. Lo que sea es algo más que exceso de prudencia; este no es un tema que pueda ser hablado abierta y espontáneamente. Sólo la intimidad de la convivencia prolongada es capaz de hacer tambalear el muro levantado ante nuestra curiosidad. Con el tiempo, se llega a sentir que el muro es algo permanente incluso entre ellos mismos.
Pese a las resistencias, existe consenso que el "arte rupestre" es obra de los "gentiles", los "antiguos", los " abuelos". Dicen los yatiri,
tenemos la creencia en los gentiles, eso. Ustedes saben que esos hombres eran sabios (...) conversaban con todo, peña, agua, con aire, y todo (Juan Ayaviri, Toconce).
Es corriente que los "gentiles" sean asociados a los lugares que nosotros llamamos "yacimientos arqueológicos". El arte rupestre no escapa a esta conceptualización nativa. Se considera que los sitios donde se emplaza este arte son espacios privilegiados, especialmente cargados de fuerzas no naturales. Poderes del "pasado" que coexisten y gravitan pesadamente sobre la cotidianeidad de las gentes del río Salado. La opinión general es que los lugares con "retratos" tienen "encanto".
Ahí está (la pintura). Una cueva ahí! está sonando! parece un río de agua! Como sereno está! Que es que suena el charango en ese, en ese rajón (Natividad Berna, Toconce).
Hay aquí un poder latente, esperando su oportunidad para "saltar" sobre el caminante inadvertido. Es un dominio de fuerzas desatadas en la interioridad de las rocas, cuya permanente posibilidad de filtración, provoca un temor reverencial.
Uno de estos lugares es una confluencia entre dos ríos donde se juntan el Salado y el Caspana. Aquí las aguas se reúnen—entre imponentes murallones naturales de roca rojiza—formando un solo caudal, en un punto donde abundan los manantiales. Aquí las arenas del fondo del río se mueven lentamente, impulsadas por el constante escurrir de aguas subterráneas.
La junta es un encuentro natural y un lugar de paso, un tejido de senderos que van desde la vega de Turi y el pueblo de Ayquina hasta la localidad de Caspana. Los senderos bajan y cruzan el río empalmando con una amplia vía despejada, que la gente llama el "camino del re' inca".
Arqueológicamente es una zona de enorme potencial. Las paredes de las quebradas que enfrentan los ríos poseen numerosos paneles de pinturas y grabados. Más aún, estudios realizados en las inmediaciones han revelado una clara ocupación de antiguos pastores y agricultores, quienes aparentemente usaron el lugar como un campamento. Sin embargo, la mayoría de los hallazgos sugieren una cronología que cubriría un tiempo más tardío, anterior y probablemente contemporáneo a los Incas. Fue en este período cuando se construyeron terrazas agrícolas, un canal de riego, silos para almacenar granos y varias otras pequeñas estructuras de piedra de función ritual. La ocupación humana es larga (unos 1.000 años) y no existen dudas de que fueron éstos los responsables del arte rupestre, pues las excavaciones junto a los paneles permitieron recuperar algunas piedras con residuos de pintura y restos de pigmentos colorantes.
La gente originaria, conoce bien el lugar e insisten en que tiene "encanto".
Q'ahí ei visto un volcán (...) Adentro de la peña. Ahí está. Clarito se escucha. Se escucha un ruido (...) ¡Parece que estuvieran chancando! (Jerónima Salvatierra, Turi).
María, una pastora que vive en la vega de Turi, nos visitó mientras realizábamos los trabajos arqueológicos. Ella fue prudente en sus comentarios, pero identificó varias figuras pintadas y grabadas. Una amistad de años hizo posible que nos acompañara, pero para ella la estadía no fue grata, se sentía temerosa y durante los días siguientes le costó recuperarse de las molestias de decaimiento y falta de "ánimo" provocadas por esta visita; en su mundo los "encantos se sienten". Algunos días más tarde, y en compañía de otros lugareños, pudo hablarnos algo más acerca del arte rupestre.
No todos los diseños fueron interpretados o descritos, pero aquellos que sí lo fueron, revelan ciertas estrategias y claves de identificación. Fórmulas de observación que obviamente siguen una dirección distinta a la nuestra. La pastora, dio prueba de ello. Parada frente a un panel de grabados superpuestos, conformado por grandes camélidos dibujados unos sobre otros hasta generar una confusión de líneas, María hizo dos observaciones espontáneas y sorprendentes. "Guanacos", dijo sin dudarlo un segundo. Ella descartó tácitamente, toda posibilidad de que se tratara de llamas o alpacas. Su argumento fue sencillo, sólo los guanacos son rojos. Nunca supimos si el color fue sugerido por la roca medianamente rojiza o por los escasísimos rastros de pintura que las figuras aún conservan. La segunda observación, para nosotros la más asombrosa, fue respecto a la escena. Siempre frente al panel, bajó la vista y sonrió pícaramente. Entre la madeja de líneas entrecruzadas, ella identificó un par de guanacos en acto sexual. Definitivamente nosotros no pudimos verlos. Meses después, en el laboratorio, separamos el conjunto dibujo por dibujo. Fue entonces cuando pudimos con bastante sorpresa, "descubrir" lo que ella describiera como el "guanaco montando a la guanaca".
Revisando numerosas entrevistas, con diferentes personas en distintos momentos de nuestras estadías en el Salado, es posible distinguir varias claves identificatorias. Por lo general, los diseños son reconocidos por un atributo. Guanacos y vicuñas por su color; gatos es decir felinos, por su larga cola; vizcachas por sus orejas; la lechuza por sus ojos y el cóndor por la forma de posarse en tierra. Otros animales identificados o mencionados como dibujados y vistos en otros lugares de la región, fueron llamo, perdiz, guallata, culebra y gusano. Las figuras humanas recibieron un trato distinto. La mayoría parecen ser "Supay", un concepto que los españoles tradujeron como "Diablo". Jerónima, sabia pastora nos cuenta que
en Aiquina hay así, pa'bajo de la quebrada. Hay un balcón (alero) ¡Grande así!. Era de los antiguos. Ahí están en un hoyo, lagarto, gatitos (...) entonces en peña (roca) han puesto así, culebras, hay lagartos, guanacos, vicuñas (...) hasta diablo. Diablo hay (...)me gusta mirar las vicuñas, los llamos. Cuando veo al diablo ¡Yo me arranco¡ ¡Me voy lejos¡ No quiero mirar (Jerónima Salvatierra, Turi).
Es en este punto donde el diálogo se vuelven difícil, se torna hermético. Aquí el relato pierde soltura y fluidez. El "supay" despierta temores.
Durante la noche el "encanto" de las peñas pintadas (o grabadas) cobra todo su poder, adquiere un tono amenazante. Los "retratos" del "supay" adquieren vida propia, se desprenden de la roca, merodean esperando una víctima. Nos cuentan que
Ese supay se salió del retrato. Eso puede pasar. Con Supay peleó don Rafael de Caspana y quedó ensangrentado. Ahí en El Encuentro.(Jerónima Salvatierra, Turi).
Los poderes de estas figuras pintadas liberadas de su prisión sobre la roca amenazan la tranquilidad. Ponen en peligro la estabilidad de este microcosmo andino. Da la impresión que el "balance simbólico" proporcionado por la imágenes pintadas que "dormitan" en las iglesias fuera demasiado débil ante la furia de los "retratos", de las imágenes rupestres. Pinturas y grabados se ciernen desfavorablemente sobre la vida cotidiana y deben ser permanentemente controlados, neutralizados. Así nos enseñan que no tienes que molestar al Supay, siempre tienes que pagar, es decir, ofrendarle.
Nanaycancha supay (...) Tranquilo supay. Siempre tienes que pagar. No molestando Supay. (Norberta Fernández, Toconce)
En este mundo indígena las imágenes cristianas y gentiles cohabitan, coexisten sin tocarse poniendo los límites simbólicos a la vida diaria. Las divinidades andinizadas de la cristiandad consagran, favorecen y permiten lo vivo en el presente, lo que existe en equilibrio. Por el contrario, los "gentiles" sugieren un pasado prisionero de ese mismo presente, un tiempo que fluye paralelo a la vida de hombres y mujeres, preparado para liberarse a través del poder retenido en sus imágenes "rupestres", en un intento de desequilibrar la frágil balanza de lo cotidiano

Pintura rupestre en la subregión del río Salado. Dibujo de Bernardita Brancoli.

EL LENGUAJE DEL SILENCIO
Para conocer algunas claves que resuelvan los misterios del arte andino hemos hecho un amplio recorrido, un largo viaje aferrados a las palabras de otros: a los escritos indígenas o españoles de la colonia; a los testimonios orales de los indígenas de la región del río Salado. En un intento por fijar algunas nociones, por proporcionar un marco cultural de referencia para el arte rupestre, hemos indagado en documentos del pasado y del presente. Seducidos por esta palabra, que en su origen no ha sido la nuestra, creemos haber dejado establecida la multiplicidad de poderes que este "arte" indígena propone, provoca y libera. Él es patrimonio de especialistas, significa algo, transforma lo inerte, gravita positiva o negativamente sobre la vida de las personas.
La palabra ilumina y da sentidos al "arte" en cuanto lo interpreta para nosotros; sin embargo, lo hace restringidamente. Por su propia temporalidad (histórica y cultural) nos impide ir hacia atrás en el tiempo. Cierra la posibilidad de hurgar en los significados del arte rupestre, en los signos inscritos por el indígena precolombino. Podemos intuir los poderes, pero en verdad nada sabemos de ellos. Sin registros orales o escritos este arte del pasado permanece en el silencio. Como diría Borges,
Nos llega sin mitología, sin la palabra que fue suya, pero con el apagado clamor de generaciones hoy sepultadas. Es una cosa rota y sagrada que nuestra ociosa imaginación puede enriquecer irresponsablemente. No oiremos nunca las plegarias, no sabremos nunca los ritos (20).
Los obstáculos para interpretar el arte rupestre (para hacerlo "hablar") son conocidos y no son diferentes a aquellos que afectan a otros objetos producidos, usados y descartados en el pasado. Es trabajo de los arqueólogos el crear puentes alegóricos (una narrativa), para decir cosas que puedan ser culturalmente relevantes.
El norte grande de Chile es especialmente rico en arte rupestre y el volumen de publicaciones eruditas es cuantioso. Sin embargo, muchos de estos informes son como "colecciones de mariposas", son registro puro. Un tipo de interpretación que carece de comentarios acerca de otras culturas, pero que abunda en conceptos culturalmente aceptables para un lector "occidental". Son textos que hablan de nosotros mismos.
Afortunadamente hay también otros escritos. Existen al menos dos importantes y serias investigaciones que han ofrecido estimulantes fórmulas de mirar el arte rupestre.
El Dr. Lautaro Nuñez, arqueólogo del Instituto de Investigaciones Arqueológicas de San Pedro de Atacama, es uno de los especialistas que mejor conoce el norte grande de Chile. Durante los años '60 y '70 realizó extensas prospecciones y registros de geoglifos (enormes dibujos hechos sobre laderas o planicies desérticas). Cientos de estos diseños fueron descritos, fotografiados, dibujados y analizados a la luz de mapas y registros de campo. Las asociaciones eran sorprendentes. La distribución de estos motivos rupestres coincidían estrechamente con antiguos senderos prehispánicos.
En el pasado estas rutas unieron a las poblaciones de las tierras altas con aquellas que habitaban la costa. Caravanas de llamas cargadas con productos originarios de los más diversos ambientes ecológicos dieron vida a esta enorme red vial. Los geoglifos parecían jalonar estos desplazamientos, marcar "puntos obligados de las jornadas de transporte desde los pisos altos hacia la costa" (21).
Los geoglifos eran lugares "sagrados" donde se detenían las caravanas de hombres y llamas a pernoctar ("paskanas"), después de largas travesías entre diversos ecosistemas. Es probable que a través de estos viajes, determinados traficantes responsables de las creencias mítico - religiosas elaboraban los geoglifos junto a las rutas tradicionales (22).
El norte grande está surcado por huellas, senderos prehispánicos que en ocasiones aún se utilizan. Caminos que favorecían la "eficiencia" de una economía multifacética, multiecológica y multiétnica. Vías de comunicación marcadas por diseños rupestres a gran escala, jalonados por un código sagrado. La proposición es atractiva y nos obliga a reflexionar acerca de la relación de este hombre prehispánico (aquel que sintió la necesidad de modificar el entorno con este arte monumental) y el ambiente, el territorio sobre le cual organizaba la vida. Da la impresión que esta geografía no le pertenece, ella aparece con un poder que debe ser "aplacado" (al menos en lo que se refiere a las incertidumbre de un viaje) haciendo "arte" en su superficie.
El carácter ritual que se le atribuye a los geoglifos ha sido pensado por analogía, por una asociación a prácticas indígenas conocidas que se estiman "similares". Los geoglifos son presentados como el símil de una apacheta (un amontonamiento de piedras que los viajeros van construyendo ritualmente). Tanto los geoglifos, como las apachetas se construyen a la vera del camino, y aunque la idea de la similitud ritual es tentadora, éstas no se parecen ni en forma ni en distribución. Sin embargo, siendo la objeción plausible, el problema fundamental radica en que "el ritual de camino" nunca podrá explicar porqué los geoglifos tienen una formas y asociaciones y no otras, ni menos por qué ellos son diferentes en cada sitio.
La segunda investigación, desarrollada por el arqueólogo José Berenguer y el etnohistoriador José Luis Martínez, logra disipar algunas de las dudas surgidas en nuestra lectura de la interpretación de los geoglifos. El interés de estos investigadores se ha centrado en un sólo sitio de arte rupestre, esta vez de grabados y pinturas. Como en el caso anterior, también ellos han operado por analogía, aunque siguiendo un método completamente distinto (23).
Utilizando un texto quechua recogido a principios del siglo XVII en Huarochirí (Perú central), donde se relata el mito de Yakana—una llama celestial que baja a beber de los manantiales y proporciona ganado a los hombres—, buscaron semejanzas significativas con los paneles del sitio Taira (curso superior del río Loa, Chile). Las correspondencias fueron muchas e importantes. Tanto el mito como el arte rupestre (y su entorno inmediato) mostraron coincidencias que evocaban fertilidad, crianza, aumento, oscuridad, humedad y femineidad.
Todo permite suponer que en Taira SBa-43 se operó con gran delicadeza, con una percepción muy fina—y muy andina además—de todos los rasgos físicos que estaban a disposición de los "artistas" para reproducir adecuadamente un conjunto significante: el de las creencias relativas a la creación y conservación del ganado (24).
Embebidos en los diseños del arte rupestre de Taira (camélidos amamantando, vulvas y superposición de estos mismos animales) y en las cualidades del lugar (penumbra de los paneles y la proximidad del sitio a manantiales), estos investigadores llegaron a la conclusión de que estos elementos constituían "signos" elegidos por gente andina para expresar un mensaje cultural, para invocar los poderes simbólicos que favorecen la reproducción y abundancia del ganado camélido,
poca duda cabe de que el arte en general fue un medio de comunicación social—quizás el más antiguo de los Andes—a través del cual se transmitía algún genero de información. Las alteraciones que el arte rupestre produce en el ambiente natural, con sus texturas artificiales sobre los planos de las rocas (pinturas y grabados) o a ras del suelo (geoglifos), y mediante los elementos inmuebles que a menudo aparecen asociados a él, constituyen al parecer distintas manifestaciones de un verdadero sistema de comunicación visual (25).
La mayor contribución de este experiencia interpretativa recae precisamente en este reconocimiento explícito de que el arte rupestre y su entorno físico constituyen un "texto cultural". Un "lenguaje" interpretable que puede hacer tambalear ese muro de silencio que nos cierra el paso hacia un "entendimiento" del arte rupestre.
Más allá de esta invaluable propuesta el estudio se torna discutible. Creemos que no existen—al menos en el estado actual de las investigaciones—argumentos para sostener la idea de que el mito indígena del Perú colonial pueda ser libremente comparado con el sitio Taira, situado a miles de kilómetros de distancia de Huarochiri, producido en un tiempo prehispánico y perteneciente a una cultura que no conocemos bien. Las debilidades de la trama argumental Yakana-Taira no son pocas, pero incluso si asumimos la factibilidad de este método comparativo (que por lo demás estamos de algún modo aplicando en este trabajo), subsistirían problemas de fondo. Pues considerar el mito y la pintura como formas de expresión de un mensaje similar, corre el riesgo de confundir la naturaleza de los lenguajes: la palabra y la pintura constituyen reinos de expresión diferentes. Pensar lo contrario nos conminaría a preguntarnos porqué es necesario pintar algo que puede decirse con palabras. La respuesta nos alejaría del arte del dibujo y la pintura.
Esta aventura de interpretar arte rupestre estará siempre sometida a iluminaciones y desencantamientos. Sin embargo, hemos aprendido a reconocer la existencia de "un lenguaje de marcas" reconocibles. Ahora intuimos que este "arte" debe ser apreciado como un vehículo de significaciones (26) (como un acto simbólico y social (27)), como una trama de "signos" que dialogan entre sí, estableciendo relaciones y asociaciones significativas (28). Las puertas de esta percepción del arte están abiertas, pero aún no las hemos cruzado. Falta pasar de las intenciones a los hechos. Somos deudores del acto interpretativo.
Subiendo por el río Salado hacia la cordillera de los Andes, poco antes del pueblo de Toconce, existe una corta quebrada por donde no escurre agua. Allí se localiza una muestra extraordinaria de arte rupestre. En un rincón de la quebrada, las rocas aparecen cubiertas por bajorrelieves, por racimos de cavidades rectangulares y elípticas asociadas con finos surcos grabados. Las hay en cantidades variables, en diferentes planos horizontales y a distintas alturas. Ellas forman un intrincado sistema de receptáculos unidos por líneas acanaladas, que empalman con una superficie rocosa vertical que presenta numerosos camélidos grabados, todos extremadamente rígidos y lineales.
El estilo es conocido en la región andina y normalmente se le atribuye al Inca. Vastos complejos de bajos y sobrerrelieves que representan animales, plataformas, escaleras, canales y fuentes han sido descritos en el Cuzco y sus inmediaciones; en Apurimac (Perú); en Ingapirca (Ecuador) y Samaipata (Bolivia) (29). Todos muy similares al registrado por nosotros en el río Salado, aunque de mayor tamaño y detalle.
La función y significados de estas "piedras labradas" no ha sido estudiada, pero sabemos que muchas de las huacas (santuarios) incaicas fueron rocas privilegiadas donde el Inca o quienes representaban su persona solían predecir o adivinar acontecimientos interrogando a sus divinidades. Estas huacas fueron prolijamente destruidas y prohibidas por los españoles en su misión extirpadora de "idolatrías". En un documento redactado por Cristóbal de Albornoz en el siglo XVI, La Instrucción para descubrir todas las guacas del Pirú y sus camayos y haziendas, se mencionan dos santuarios que podrían ser semejantes a los descritos por arqueólogos y viajeros: "Guarancinci, una piedra labrada a la puerta del Sol (...) Achapay, guaca de piedra muy labrada" (30).
Es fascinante pensar—aunque atrevido—que estas rocas pudieron servir de oráculos, lugares claves donde el tiempo de los acontecimientos es uno. Pero la documentación colonial no sólo sugiere rituales. También consigna asombrosos relatos míticos donde la divinidad, en un acto de garantizar abundancia agrícola, canaliza y represa artificialmente las aguas de manantiales sagrados (31). Este mito "hidráulico" es tan sugerente como la interpretación que hacen los nativos del río Salado.
Ah, chacritas también tiene dibujadito una peña. Ojito (manantial) y todo esta ahí. Como pa'regarlos así. (Natividad Berna, Toconce).
La relaciones son seductoras, sin embargo, presentan peligros análogos a los que ya hemos identificado. Si profundizáramos en ellas, terminaríamos hablando de sistemas adivinatorios, de narrativa mítica o del discurso indígena y nos alejaríamos del arte rupestre. Intentaremos mejor de codificar este arte, siguiendo sus indicaciones "textuales" y trataremos de enunciar algunos de sus "poderes simbólicos" (32).
Conocemos decenas de paneles de arte rupestre en la región y el que acabamos de describir es casi una excepción. La mayoría son aplicaciones de pintura o grabados y éste es uno de los pocos lugares donde la roca ha sufrido un transformación masiva. Considerando que esta obra es posterior a muchos de los paneles registrados, no podemos dejar de notar la diferencia histórica que sugiere este tratamiento del soporte. Cada tipo de arte rupestre, supone una determinada relación técnica entre el especialista y el medio sobre el cual trabaja. Cada uno, sugiere distintas formas de autoridad con respecto a la naturaleza (en este caso el soporte por excelencia). En un caso pareciera que el "artista" lo hiciera tímidamente (proporcionado textura a la roca) y en el otro lo materializara amparado por una autoridad inconmensurablemente mayor (dando una nueva forma a la roca). Los bajorrelieves de Quebrada Seca son el resultado del trabajo de un especialista con un "poder autoritario", con una concepción que le permitía modificar más profundamente la naturaleza (como si estableciera una relación entre "iguales"). Un poder de esta magnitud pudo ser desplegado y legitimado en un medio social de jerarquías divinas, en una sociedad como la Inca donde sus líderes religiosos y políticos creían (y sentían) descender de los dioses.
Esta "lectura" acerca del poder no se agota, ni se restringe a este aparente y demasiado amplio sentimiento de dominio sobre la naturaleza. Va más allá. Se localiza en otras relaciones, en otros "diálogos". Esto puede ser sencillo de describir si imaginamos el lugar abrazado por la lluvia que aunque escasa, se presenta en los "inviernos altiplánicos". Bajo estas inusuales condiciones climáticas las aguas escurrirían libremente sobre la superficie y grietas de las rocas de la quebrada, sin embargo, se verían necesariamente constreñidas, limitadas a moverse entre bajorrelieves, entre canales y receptáculos. El desplazamiento natural de la lluvia, estaría prisionero de una obra humana, atrapado por una organización cultural introducida en la naturaleza misma. El escurrimiento del agua sería víctima de una "lógica material" que opera con términos contradictorios. Aguas confinadas en depresiones elípticas que preceden a otras rectangulares; aguas en movimiento (siguiendo la ruta de los canales) y aguas quietas (aposadas en cavidades artificiales). Aquí el poder del especialista se hace más preciso, más fino y de mayor peso, pues si en una primera instancia se autorizó a transformar lo natural (un dominio corrientemente sagrado), en este caso se atrevió a más, introdujo un orden garantizado por su cultura.
Las "lecturas" de este "texto" rupestre son irrevocablemente múltiples y es por eso que aún podemos aventurar una interpretación más. En esta región desértica, la presencia de lluvia es un evento extraordinario, un elemento natural inestable que sólo con pequeñas disminuciones o aumentos puede convertirse en una catástrofe, provocar un daño irreversible en plantas y animales (silvestres y domesticados). La lluvia permite la vida, pero debido a su carácter aleatorio es imperativo ponerla bajo "control". Hay que manejarla y ordenarla simbólicamente, cosa que parecen hacer los bajorrelieves. Ella regula el crecimiento de los pastos estacionales que crecen en el "monte", determina el tamaño y densidad de vegas y bofedales altoandinos. Por consiguiente, la lluvia es el elemento que condiciona la abundancia o escasez del ganado camélido. Quizás sean estas las razones por las que junto a la "representación hidráulica" y como emergiendo directamente desde ella se hayan grabado decenas de camélidos, ganado que aumenta y crece en un movimiento aparentemente ascendente.

EPILOGO
Los significados del arte rupestre pueden ser iluminados desde muchos puntos de vista (estrujando crónicas coloniales, explotando la palabra indígena, construyendo alegorías antropológicas); sin embargo, siempre permanecerán a contraluz como sombras en el fondo de una caverna.
Interpretar el "arte" de culturas que no son la nuestra, traducir los sentidos y emociones de "otros" en términos de sentidos y emociones aceptables para nosotros, es hoy una actividad científicamente discutible, éticamente sensible y políticamente delicada. Si esto es una realidad contemporánea que pone en crisis a los antropólogos, quienes normalmente cuentan con personas que pueden hablar directamente de su cultura, para los arqueólogos que tratan con estos materiales carentes de la palabra que le fue suya, esta empresa reviste todavía mayores dificultades. Es por esta razón que las descripciones arqueológicas de la cultura son cada día más moderadas, menos concluyentes y más relativas. Esto no significa que el saber acerca de otras culturas (en el pasado) esté definitivamente clausurado. Unicamente enfatiza en el carácter no absoluto del conocimiento. Puesto que por mucho que sepamos de la vida de hombres con culturas diferentes, nunca podremos ser ellos mismos.
La tarea arqueológica (y antropológica) en el presente se centra y esfuerza en buscar nuevas (y más poéticas) formas de interpretación. Buscamos construir alegorías incisivas, metáforas eficientes. El éxito de esta tarea cognitiva descansa en nuestra competencia para "leer" signos (al menos lo que queda de su parte material), que por su distancia, remota en el tiempo y la cultura, se resisten a ser escudriñados.
Recién comenzamos a percibir la razones del silencio que envuelve al arte rupestre, y la manera cómo podríamos llegar a infringirle algunas fisuras. Formas y colores, soportes naturales y entornos ecológicos, restos arqueológicos contiguos y distantes constituyen claves de significaciones pretéritas, "textos" de poder sepultados por el tiempo. Hechos dispersos que hay que unir en contextos históricos y sociales más amplios.
Ahora sabemos que no basta con interrogar a las imágenes rupestres en tanto imágenes, pues esa pregunta permanece encadenada a la concepción occidental del arte. Una concepción donde la emoción, comprensión y sentido brota exclusivamente del acto casi sagrado que se produce entre el espectador y la obra. Es urgente que reconozcamos que nuestra práctica estética no es universal, que es sólo un valle más en esa enorme geografía formada por la diversidad de culturas que habitan o han habitado este planeta.

NOTAS
(1) Acerca de la prehistoria de la región, véase, Aldunate et al . (1986) (2) Cobo (1956 (1653): 186-187). (3) Véanse Berenguer et al. (1985); Muelle (1970); Nuñez (1983)Ê; Matos y Rick (1978) entre otros. (4) Molina (1913) 1975: 117-118. (5) Garcilaso de la Vega (1615) 1943Ê; 47. (6) Guaman Poma de Ayala (1615) 1980: 331. (7) Bertonio 1984 (1612): 286. (8) Ibídem . (9) Molina (op. cit.: 118, el énfasis en cursivas es nuestro). (10) Guaman Poma (op. cit.: 219). (11) (op. cit 165). (12) Bertonio (op. cit: 368). (13) Véanse Vreeland (1974); Rostworowski (1977: 239-240) y Francisco de Toledo (1867 (1577): 105). (14) En Duviols (1977: 297-298, el énfasis en cursivas es nuestro). (15) Véase Hodder (1985: 3) (16) Véase Geertz (1973: 5) (17) Guaman Poma (op. cit.: 377). (18) Arriaga (1968 (1621): 215, el énfasis en cursivas es nuestro). (19) Véase Castro y Varela 1992. (20) Borges (1984: 10). (21) Nuñez ( 1976: 177). (22) (op. cit.: 180). (23) Véase Berenguer y Martínez (1986; 1989). (24) Berenguer y Martínez (1986: 95). (25) (op, cit.: 96). (26) Véase Geertz (1983:118). (27) Véase Jameson (1981: 20). (28) Véase Gallardo et al.) (1990: 28). (29) Véase Hemming (1982) y Hyslop (1990: 102-128). (30) En Duviols (1977: 26-27). (31) Véase Urioste (1983: 43. Tomo I.) (32) Utilizamos la noción de "poder" siguiendo las ideas de Bordieu (1979) y Foucault (1979).


Fuente: Castro, Victoria y Gallardo, Francisco. EL PODER DE LOS GENTILES. ARTE RUPESTRE EN EL RIO SALADO. En Rupestre/web, http://rupestreweb.tripod.com/poder.html 2002

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Río Salado, río del norte de Chile que recorre parte de la zona andina de la II Región de Antofagasta.

Nace de la confluencia de más de 30 vertientes termales en una hoyada a los pies del volcán Tatio. Tras un pequeño recorrido hacia el sur, gira hacia el oeste, labrando un cañón entre las rocas de origen volcánico. Recibe en su curso medio, las aguas del río Toconce (originado al pie del volcán Linzor de 5610 metros de altura) por el lado norte y las del río Caspana por el sur. En esta zona se encuentran algunas tomas de agua para el consumo doméstico de Antofagasta y Tocopilla, entre otras localidades.
El río Salado, tras recibir las contribuciones de los dos cursos mencionados anteriormente, se interna en una zona de vegas destinadas al pastoreo del ganado de los habitantes de las localidades de Toconce, Caspana y Aiquina. Luego, el Salado nuevamente se interna en el cañón, donde se encuentra el llamado "Puente del Diablo", un corte en la riolita de 5 metros de ancho por donde el río circula a gran profundidad.
El Salado desemboca en el río Loa, el principal cauce del Norte Grande chileno, a unos 3 kilómetros al sur de Chiuchiu.

Niemeyer, Hans; Cereceda, Pilar (1983). Geografía de Chile — Tomo VIII: Hidrografía. 1º edición, Santiago de Chile: Instituto Geográfico Militar.



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Investigaciones arqueologicas IV Región




¿Arte? Rupestre, Análisis de la eficacia de un concepto actualmente en uso

Patricio Bustamante Díaz Fotógrafo, Investigador en Arqueoastronomía, Diplomado UC en Conservación del Patrimonio. bys.con@entelchile.net

Resumen

El lenguaje está vivo, en consecuencia, va mutando con el tiempo y antiguos conceptos van quedando obsoletos. Otros nuevos son incorporados, para satisfacer los requerimientos actuales. Al consultar los diccionarios especializados, es posible apreciar que conceptos como arte y arte rupestre, no expresan con precisión las complejidades inherentes a las obras que pretenden significar.

La aplicación de nuevas técnicas como la arqueoastronomía y la arqueología del paisaje entre otras, demuestran que las obras rupestres fueron construidas con una finalidad diferente de la puramente expresiva o estética, y que están estrechamente ligadas al entorno físico y astronómico en el cual fueron elaboradas.

Para hacer mas precisa la descripción de la realidad material y contextual de las manifestaciones actualmente denominadas genéricamente Arte Rupestre (rock art). El presente artículo propone introducir el concepto Obras Rupestres (rock work).

Esta cuestión resulta relevante, pues en la actualidad es frecuente el traslado de obras rupestres, desde su emplazamiento original, hacia otros emplazamientos. Esto se debe en gran parte, a que estas obras han sido consideradas tradicionalmente, como simples manifestaciones artísticas y en tal calidad son tratadas como si fuesen pinturas de caballete o simples esculturas.

La obra rupestre y su contexto son una unidad inseparable. En este sentido deben ser consideradas en la legislación y tratadas en la práctica, como bienes patrimoniales de carácter inmueble.

1. Introducción

En diversas oportunidades, me ha tocado presenciar discusiones respecto al concepto Arte Rupestre (rock art). Las posturas son diversas y la solución no parece fácil. Personalmente al dictar clases o charlas, he adquirido la costumbre, de iniciar con una somera definición, precisión o alcance, respecto a este concepto.

El trabajo de investigación realizado y los resultados obtenidos en el proceso, me han llevado a adquirir una definición propia del término, que parece caracterizar de manera global, la materialidad y significación de estas obras.

Es posible afirmar que el concepto actual es de uso común y que no es necesario o posible cambiarlo. Sin embargo el lenguaje evoluciona constantemente y los conceptos son permanente revisados y modificados de acuerdo a los avances de las investigaciones, como lo demuestran por ejemplo, las diferentes versiones del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

Un error en la selección del concepto que describe un hecho o una actividad, también lleva a errores en la interpretación. Muchas veces estos nacen en una época en que no hay investigación sistemática, como es el caso del Arte Rupestre que tiene su origen a fines del siglo XIX. La recurrencia de las discusiones actuales respecto al concepto que nos ocupa, parecen estar indicando que es necesario revisarlo o modificarlo.

Concuerdo con la Dra. Giovanna Winchkler en cuanto que "Cualquier intento de normalizar pasando por alto el uso, sería una especulación teórica o una imposición autoritaria. El uso efectivo constituye el elemento indispensable para constatar cómo funciona el lenguaje arqueológico; cómo se construye la disciplina". http://www.winchkler.com.ar/. Pero cuando el uso se hace incómodo, o impide una adecuada definición de aquello que tratamos de explicitar, como parece ser este el caso, podría estar indicando que es necesario revisarlo.

Martin (1997 p. 21), citado por Perfeito da Silva, 2004, http://rupestreweb.tripod.com/conceito.html, "é natural que existam polêmicas quanto ao uso do termo e a metodologia adotada para o estudo da "arte rupestre", pois os pesquisadores discutem sobre pontos de vista divergentes, "procuram respostas diferentes às mensagens que as pinturas e gravuras rupestres proporcionam".

Vea el artículo completo http://rupestreweb.tripod.com/obrasrupestres.html

Fuente: Bustamante Díaz, Patricio. ¿Arte? Rupestre, Análisis de la eficacia de un concepto actualmente en uso. En Rupestreweb, http://rupestreweb.tripod.com/obrasrupestres.html

Investigaciones Arqueologicas

EL PODER DE LOS GENTILES. Arte rupestre en el río Salado (Desierto de Atacama, Chile)

Victoria Castro / Francisco Gallardo

La precordillera del desierto de Atacama, en especial aquella abrupta franja por la que escurren las aguas que alimentan al río Loa, el único que en esta región alcanza el mar, presenta un paisaje que impresiona por su aridez. Mirado desde el aire, parece un manto rocoso y áspero surcado por profundas quebradas que bajan desde las altas cumbres de los Andes en dirección a la planicie desértica.

Este escenario imponente donde reina el silencio. Emplazado por encima de los 3.000 metros de latitud, su clima es seco, con días calurosos y noches muy frías. A primera vista, parece un ambiente hostil y sin embargo durante miles de años, ha sido habitado y domesticado por la gente andina.

Cientos de ruinas arqueológicas (1) dan testimonio de su pasado prehispánico. Hay aleros con basuras olvidadas por 7.000 años, restos de campamentos donde grupos de cazadores recolectores se cobijaron de las inclemencias del tiempo, conjuntos de habitaciones de piedra dispersas sobre vegas altoandinas que fueron ocupados en los primeros siglos de nuestra era por antiguos pastores de la región. Aldeas tardías que hacia los años 900 d. c., fueron habitadas por poblaciones altiplánicas, las que también construyeron extensos sistemas de andenería para el cultivo. Además minas de cobre y centros residenciales que estuvieron bajo el dominio del fino tejido político y religioso del imperio Inca.

La región del Salado, principal afluente del Loa, propone una prehistoria compleja, sometida a tensiones culturales provenientes de áreas vecinas como el Salar de Atacama, el altiplano Boliviano y el noroeste argentino. Plantea situaciones históricas diversas y cambiantes en los planos ecológicos, económico, político e ideológico. Este verdadero archivo arqueológico provoca innumerables preguntas, especialmente cuando indagamos acerca del arte rupestre, un terreno poco explorado, plagado de prejuicios y obviedades. Cientos de grabados y pinturas yacen sobre las rocas de las quebradas y en los aleros. Sabemos que están allí proporcionando una dimensión nueva al ambiente, generando una ruptura artificial sobre un continuo de naturaleza. Son lugares marcados por lugares indelebles, cuyos contenidos no son evidentes. Generalmente, los esfuerzos por penetrar, de intentar establecer algún tipo de comprensión, tiene necesariamente que reconocer el poder modelador (limitado y obscurecedor) de nuestras concepciones culturales, de nuestras formas del arte rupestre debe comenzar por darle crédito a las concepciones y categorías indígenas involucradas en la producción de este "arte". Debe reconocer que los "artistas" de cada cultura crean su propio lenguajes, construyendo sus obras en otros sentidos, marcándolos con materias diversas pero significativas. Las palabras, los gestos, las arcillas, las piedras, los metales, los pigmentos, los surcos (y otros tantos elementos cargados de significación) sirven de "materia prima" para la manufactura de mensajes "estéticos" suspendidos en redes de símbolos e ideologías, sometidos a los vaivenes del quehacer social, con sus intrigas políticas y sociales, prisioneros de trampas económicas y ecológicas.

Esta opción interpretativa supone un desplazamiento, un distanciamiento definitivo de la idea que el arte rupestre fue hecho para ser visto como una obra en un museo. Sobre este tema nos proponemos reflexionar en las líneas siguientes.

Ver el artículo completo...http://rupestreweb.tripod.com/poder.html 2002

Fuente:
Castro, Victoria y Gallardo, Francisco. EL PODER DE LOS GENTILES. ARTE RUPESTRE EN EL RIO SALADO. En Rupestre/web, http://rupestreweb.tripod.com/poder.html 2002





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martes, 9 de noviembre de 2010

Iquique Chile




Iquique Chile
• Región Tarapacá
• Provincia Iquique
• Comuna
Ubicación 20°12′50″S 70°09′09″O / -20.21389, -70.1525
• Altitud 1 msnm
Superficie 2.262,4 km²
Fundación (fundada como Iquique)
Población 216.000 hab.
• Densidad 70,8 hab./km²
Gentilicio Iquiqueño/a

Iquique (quechua: ique-ique, «"lugar de descanso"» ) es una ciudad-puerto, zona franca y comuna capital de la Provincia de Iquique y de la Región de Tarapacá, Chile. Es conocida como la "Tierra de Campeones". Integra junto con las comunas de Alto Hospicio, Camiña, Colchane, Huara, Pica y Pozo Almonte el Distrito Electoral N° 2 y pertenece a la 1ª Circunscripción Senatorial.

La superficie territorial de la comuna durante el censo de 2002 era de 2.853,3 km², ya que Alto Hospicio estaba incluida. La superficie actual es de 2.262,4 km². La población de la ciudad era de 166.204 habitantes según el censo 2002. Se estima que el año 2010 la Conurbación Iquique-Alto Hospicio, llamada el Gran Iquique alcance los 350.000 habitantes.

Iquique tiene uno de los derechos comerciales de puerto libre más grande de centros (o Zona Franca) de América del Sur y se ha llamado tradicionalmente Zofri. Hay alrededor de 2,4 kilómetros cuadrados (0,93 millas cuadradas) de los depósitos, sucursales bancarias y restaurantes.

Toponimia
Los habitantes prehispánicos changos o mejor dicho los camanchacos son los primeros habitantes del lugar. Según la interpretación del historiador Rómulo Cúneo Vidal el término Iquique es aimara y significa "sueño", debido a que los habitantes de la precordillera sufrían las consecuencias del cambio de altura. También indica que puede referirse a que los lobos y aves marinas descansan en las rocas lo cual guarda relación con "acto de soñar o descansar".[1] También Iquique significaría "tranquilidad", "Paz de reposo" y eso se refiere a que los camanchacos tenían toda su fuente alimenticia, abrigo y agua a la mano, en atención a la fuente de subsistencia de este pueblo, que abundaba en los alrededores de isla o peñón conocida como Ike-Ike, después en el periodo hispano como isla Blanca, y actualmente como isla Serrano.

El nombre Iquique es a partir del siglo XIX, debido a que anteriormente se le conocía como: Icaiza, puerto de Tarapacá, Ique-Ique o Nuestra Señora de la Concepción de Ique-que, nombre que ha ido evolucionando.

Historia
Periodo Precolombino

Los habitantes de la región eran agricultores, los coli o cole, diferenciados totalmente de los pescadores o camanchacos, pero se complementaban entre sí, pese a ser diferentes en tareas y obligaciones y tal vez en sus orígenes. Los coles cultivaron los valles costeros, pero no crearon un centro de poder fuerte lo que hizo que durante el período Intermedio Tardío estuviesen supeditados al dominio de los lupacas o aimaras del altiplano andino.

Hasta la conquista española, los uros sujetos conformaban una tercera parte de la población. "El predominio de estos pueblos nómadas duró el siglo VI d.C., época en la que se inicia la expansión tiahuanaquense en la costa Sur".

Del asentamiento, existen registros históricos. En la era precolombina, Iquique era un lugar donde también se concentraba la población changa y formaba parte del Colesuyo.

Iquique fue dominada primero por los señores de Chucuito y luego por los incas quienes lo incorporaron al Imperio Inca.

Periodo del Virreinato del Perú
(1539-1821)
Bajo la era virreinal Iquique comienza su actividad como un pueblo donde se establece un embarcadero colonial. Iquique que integraba la zona sur del Tahuantinsuyo fue conquistada por los españoles conformando parte del Virreinato del Perú.
Uno de los hechos importante en este periodo es que fue entregado partes delos territorios de esta comarca como encomiendas por el virrey del Perú, de aquí nacen dos importantes encomiendas de San Lorenzo de Tarapacá y la encomienda de Pica.
En un principio, Iquique fue para los colonizadores un punto de recalada para internarse hacia el pueblo de San Lorenzo de Tarapacá, sede de la jurisdicción política y administrativa de la provincia (desde 1768). Una época de mayor prosperidad se iniciaría sin embargo con el descubrimiento de las riquezas minerales de la zona (la plata de Huantajaya y de Santa Rosa), durante el siglo XVIII.
Hacia 1811, un documento colonial mencionaba en Iquique la existencia de una aduana, encargada de vigilar los embarques de minerales y de los primeros envíos de salitre. La aduana se habría construido en 1788 sobre la base de una bodega para depositar los productos traídos desde Valparaíso.
Sobre el descubrimiento del salitre en la región cuenta una leyenda que ocurrió cuando dos indígenas de la zona hicieron una fogata y empezó a arder la tierra que contenía caliche. Enterado el cura de Camiña, y llevando agua bendita, recoge unas muestras y reconoce que contenían Nitrato de Potasio. Otra parte de las muestras se encontraban en el patio de la casa del sacerdote y más tarde observa que las plantas se desarrollaban extraordinariamente.

Periodo de la República del Perú
(1821-1884)
Puerto de Iquique en 1863.Con la Independencia de España el 28 de julio de 1821, la región conformó el Departamento de Arequipa, luego el Departamento de Moquegua en 1857 para finalmente conformar el Departamento de Tarapacá en 1878 siendo su capital la ciudad de Iquique.
En el marco de la Guerra entre Perú y Bolivia, en 1842 el ejército de Bolivia al mando de José Ballivián ocupa el sur peruano entre ellos Tarapacá e Iquique. Finalmente se firma el Tratado de Puno que pone fin a esta contienda.
El salitre y su explotación a partir del siglo XIX, convierten a la ciudad puerto en un punto importante para el comercio de este producto. Pero es el salitre quien da prosperidad al puerto; extranjeros se instalan en la ciudad, dándole una fisonomía europea; el puerto, hacia mediados del siglo XIX es frecuentado por barcos ingleses y franceses, para transportar el salitre hacia los puertos europeos.
En aquella época nacieron o se avecindaron en el puerto grandes personajes de la historia peruana, como Alfonso Ugarte, quien llegó a ser alcalde de la ciudad en 1876 y era un rico empresario salitrero y hacendado, Guillermo Billinghurst, quien luego llegara a ser presidente del Perú, y Ramón Zavala, también héroe peruano y adinerado empresario salitrero, entre otros.
Ese año de 1875 el gobierno peruano ordena la realización de un censo nacional y el resultado en Iquique arrojó 11.717 habitantes, solo dentro del radio urbano, por lo que se presume una mayor población en los alrededores. En dicho censo el delegado de la Provincia Litoral de Tarapacá fue el veterano coronel retirado Francisco Bolognesi.
En ese contexto, en 1879 se desató la Guerra del Pacífico. Iquique sería teatro de episodios de primera importancia para la historia de Bolivia, Chile y Perú. El puerto fue bombardeado por la escuadra chilena el 16 de julio de 1879. El 21 de mayo se realiza el Combate naval de Iquique.

Véase también: Tacna, Arica y Tarapacá hasta 1929
Periodo de la República de Chile (1884-al presente)
El 25 de noviembre de 1879 se nombra el primer alcalde que representa al gobierno de Chile, el ingeniero francés don Eduardo de Lapeyrousse. Al final de la guerra en 1884 y por el Tratado de Ancón la ciudad pasa a formar parte de Chile oficialmente.
En la Guerra Civil de 1891, se instala en la ciudad la Junta Revolucionaria.
En 1907, la ciudad fue conmocionada por una en el masacre en la Escuela Santa María cuando el ejército, al mando del general Roberto Silva Renard, por orden del presidente Pedro Montt Montt, abrió el fuego en un grupo de cerca de 8.500 obreros de las salitreras del interior que habían marchado a la ciudad en protesta por condiciones de trabajo dignas, eliminación de las fichas y jornadas laboral más flexibles, y que habían sido alojados en la escuela por la fuerza pública a la espera de la llegada del Intendente. La masacre dejó un saldo discutible de muertos (las cifras según distintos historiadores hablan desde 200 hasta 3.000 muertos), entre hombres y también mujeres y niños quienes acompañaban la marcha. Este nefasto hecho inspiró al iquiqueño Luis Advis Vitaglich a componer la Cantata de la Santa María, popularizada por el grupo Quilapayún y la novela "Santa María de las Flores Negras", del escritor talquino Hernán Rivera Letelier.
Con el auge creciente del salitre, Iquique se transforma en una ciudad cosmopolita. Se expande cada vez más, hacia el sudeste y, así, hasta el final de la Primera Guerra Mundial abunda la construcción de viviendas; emergen el regimiento Granaderos, el hipódromo y el velódromo.
El fin de la Guerra marcó el inicio de la crisis del Salitre, con la invención e industrialización del salitre sintético a través del Proceso de Haber y la pérdida de mercados para el salitre natural. Iquique, que en ese momento contaba con 40.000 habitantes (la cuarta más poblada de aquellos años), todos dedicados a la industria del salitre se vio seriamente golpeada por la baja de las ventas de este producto. La recesión hizo que millares de trabajadores fueron absorbidos por la ciudad, generando altos índices de desempleo y pobreza; la ciudad se estancó por casi 30 años hasta que se impulsó la industria pesquera, que gravitó en la economía local por otros 25 años más. En ese punto Iquique paso de ser primer puerto salitrero a primer puerto exportador de harina de pescado. En 1975, en pleno gobierno militar del general Augusto Pinochet, se da inicio a la Zona Franca de Iquique, idea impulsada por el mismo mandatario.
Iquique es uno de los principales centros en los que se desarrolla el movimiento obrero en Chile. Es así que en el mismo período del auge del salitre, se funda en Iquique el Partido Obrero Socialista, el 4 de junio de 1912, en el local del periódico obrero "El Despertar de los Trabajadores", ubicado en calle Barros Arana 9. Fundado por el obrero tipógrafo Luis Emilio Recabarren, junto a unos 30 obreros salitreros y empleados, éstos acuerdan, por unanimidad, fundar el partido político de la clase obrera chilena, que más tarde pasaría a ser Partido Comunista.
Actualmente el salitre ya no es una fuente de ingresos relevante para la ciudad. Sus cerca de 240.000 habitantes viven principalmente de la minería del cobre, el turismo y el comercio generado por la Zona Franca de Iquique (ZOFRI), principal motor de desarrollo de la región.
En el 2001 fue designada Capital Americana de la Cultura, siendo la primera ciudad chilena en obtener tal distinción. Iquique fue elegida por un jurado internacional integrado por las máximas autoridades de la OING Capital Americana de la cultural, de España, Brasil, Estados Unidos y Canadá; y por el alcalde de Mérida (México), Xavier Abreu Sierra, que ocupó este honroso cargo el año 2000.
Esta iniciativa de designar anualmente a una localidad de algunos de los 35 países del continente americano como Capital Cultural, pretende contribuir a un mejor conocimiento entre los pueblos de América y proyectar la cultura americana a los demás continentes.

Geografía
Iquique se ubica a 1.787 km aproximadamente de Santiago de Chile y a 310 km de la ciudad de Arica. La ciudad se emplaza sobre una terraza rocosa de abrasión marina muy estrecha (2 Kilómetros en Caleta Molle y 4 Kilómetros en el casco urbano de Iquique), su altitud varía entre 0 y 125 metros. En la línea del litoral alternan tramos rocosos bajos y algunas playas de bolsillo muy angostas alimentadas por una deriva litoral dominante de dirección norte (playas Larga o Brava y Huaiquique).La parte baja de la ciudad esta limitada por un megacantilado marino muy abrupto de 500 metros de altitud y trazado sinuoso, su origen es poligenético, labrado por el mar a partir de un escarpe de falla de rumbo N-S.Sobre esta se ubica la meseta alta o Pampa (600-800m, Pampa Molle- Alto Hospicio) con formaciones superficiales cuaternarias de relleno torrencial y una costra salina 10 metros de espesor.

Bahia de Iquique
La Bahía de Iquique se abre desde Punta Piedras hacia el Sur, Punta Morro al Este y la Península Serrano hacia el Oeste. Se encuentra en las coordenadas Lat. 20° 12° S, Long. 70° 09° W. Su fondo es parejo, constituido por arena y fango. Hacia el sur hay piedras y rocas que solo permiten el tráfico de embarcaciones menores. Está protegida de los vientos predominantes por la cadena de altos cerros que hay al sur de ella, y que terminan en punta Gruesa y las obras de defensa del puerto artificial.

Climatología
El clima de la zona es desértico costero, similar al de Arica, que es influenciado por la masa marina y la Corriente de Humboldt. Se caracteriza por los nublados abundantes, baja oscilación y amplitud térmica en otoño hasta invierno y parte inicial de la primavera, pero eso cambia en verano, cuando las temperaturas llegan a duplicarse y la oscilación aumenta, siendo la ciudad costera más calurosa y húmeda de Chile en la estación estival, potenciada por el farellón costera que convierte a la ciudad en una verdadera olla, concentrándose la humedad proveniente de la evaporación del mar. La ciudad recibe algunas precipitaciones en Verano, especialmente entre Enero y Febrero debido a la Alta presión de Bolivia llamada comúnmente Invierno boliviano. Sin duda Iquique es una ciudad donde las temperaturas no son tan altas, pero es una de las ciudades donde el sol es verdadero dañino. Las maximas en verano son de 26 °C y en invierno de 16 °C a 18 °C.

Parámetros climáticos promedio de Iquique
Mes Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Anual
Temperatura diaria máxima (°C) 24.5 25.9 24.0 22.4 20.3 18.7 18.2 19.0 20.1 21.9 22.4 23.1 21.0
Temperatura diaria mínima (°C) 19.5 19.0 18.1 17.8 17.2 16.1 14.7 15.4 16.8 17.7 18.2 18.6 16.6
Precipitación total (mm) 0 0 0 0 0.4 0 0.1 0 0 0 0 0.1 0.6
Fuente: Weather Underground[3] 2009

Demografía
La comuna de Iquique se divide en los siguientes distritos:[4]

Distrito Población Censo 2002 Superficie
Puerto 3.721 hab. 0,8 km²
Barrio Industrial 12.800 hab. 65,4 km²
Hospital 11.087 hab. 5,1 km²
Caupolicán 19.486 hab. 2,2 km²
Playa Brava 18.580 hab. 2,1 km²
Cavancha 13.729 hab. 1,4 km²
Parque Balmaceda 10.843 hab. 1,1 km²
Arturo Prat 10.773 hab. 1,0 km²
Punta Lobos 1.592 hab. 2.127,8 km²
Gómez Carreño 23.165 hab. 1,7 km²
La Tirana 40.428 hab. 33,5 km²

Iquique desde el sur.
Posición geográfica de Iquique en la Región de Tarapacá.Según los datos recolectados en el Censo del año 2002 realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas, la comuna posee una superficie de 2.262,4 km² y una población de 166.204 habitantes. Iquique acoge al 56% de la población total de la región, de la cuál un 1,1% corresponde a población rural y un 98,9% a población urbana. Al año 2008 la ciudad contaba con 226.204 habitantes.21[cita requerida] Existe un porcentaje importante de colonias residentes, siendo las más numerosas comunidades croata, italiana, china, árabe, peruana. Actualmente los inmigrantes corresponden al 9,2% de la población total.

Evolución demográfica de Iquique a nivel de comuna
INE 1992 INE 2002
146.089 hab. 166.204 hab.
Evolución demográfica de Iquique a nivel de ciudad
INE 1992 INE 2002
145.139 hab. 164.396 hab.

Economía
La actividad económica de Iquique, capital de la Región de Tarapacá, Primera Región, se basa principalmente en el comercio internacional a través de la Zona Franca de Iquique, ZOFRI, la gran minería del cobre, el turismo, la industria pesquera, manufacturas y construcción.

Comercio
El comercio es importante, pues la región es el paso de los productos chilenos hacia los países del norte (Perú y Bolivia) y hacia Brasil, debido al corredor interoceánico existente. La ZOFRI (Zona Franca de Iquique), ha provocado el progreso del desarrollo comercial, especialmente en la venta de automóviles y productos tecnológicos, algo muy atrayente para gran cantidad de chilenos y extranjeros. La ciudad cuenta con 3 centros Comerciales llamados Mall uno de ellos es el Mall Zofri, el cual es parte de sistema de zona franca la cual vende productos al detalle sin el pago de IVA del 19%.En este centro de negocios operan más de 1650 empresas, las que efectúan operaciones de compra y venta del orden de 4700 millones de dólares al año. Ademas de todo esto la ciudad tiene un centro de servicios bien constituido en que las grandes multinacionales como Johnson's, París, Ripley, Tricot, Telepizza conviven con centros bancarios, entidades publicas y PYMES que en su mayoria abarca sectores desde el manufacturero, retail, expendido de alimentos u otros. Dentro del sector comercial en el paseo baquedano queda como sector altamente turístico desarrollándose alrededor de este los servicios que necesitan muchas empresas de la zona, constituyéndose este sector de la ciudad un rol comercial y centro de negocios gracias al boom de las oficinas principalmente en este sector por sus ventajas comparativas con el resto de la ciudad, asi como la comisaria general que esta en la zona y los diversos cuarteles de bomberos.

Pesquero
Las producciones de harina y aceite de pescado representan el 50% y el 60% del total nacional. La pesca industrial, iniciada en la década de 1950, genera el mayor aporte al Producto Geográfico Bruto, con un 26%. Iquique es el mayor puerto pesquero de Chile, desembarcando el 35% del total de la pesca del país (especialmente al anchoveta y el jurel)y cuya extracción genera aceite y harina de pescado en un 95%, siendo destinado el 5% restante a conservas, congelados y otros.

Manufactura
En la industria manufacturera, representa el 5% del Producto Geográfico Bruto y su mayor esfuerzo está en los astilleros, los cuales han ampliado su capacidad de construcción un ejemplo de ello, es los astilleros de la Marco Chilena, la cual construye desde buques pesqueros hasta lujosos yates. Las maestranzas, de la ciudad fábrican partes y piezas de repuestos dirigidos a la actividad industrial especialmente aquellas que sirven a la industria minera y pesquera.

Desarrollo Inmobiliario de Iquique.
Construcción

La construcción de obras civiles en la ciudad la sufrido un verdadero Boom los últimos 15 años, otorgando un sello muy dinámico al sector de la construcción. Es normal ver que cada día se levantan nuevas torres y edificios en la ciudad, especialmente del tipo residencial y de oficinas.La alta demanda por este tipo de edificaciones y las magnificas condiciones que ofrece la ciudad, la alta plusvalía han hecho que Iquiqueños, connacionales y extranjero compren su segunda vivienda en Iquique, impulsando el desarrollo urbano de la ciudad.

Minería
Minería del cobre.La minería metálica está presente especialmente a lo que se refiero el mineral cobre. El cobre se extrae en Quebrada Blanca, Cerro Colorado y en Doña Inés de Collahuasí, que entró en plena producción en 1999 y ya es casi una de las mayores minas del mundo. La minería no metálica es el principal producto en volumen es el Cloruro de Sodio (sal común), extraído en el Salar Grande, la mina de sal a tajo abierto más grande del mundo con 280 Km2. de cuerpo cristalino casi puro (98,5%). Se extraen más de seis millones de toneladas al año. También es importante la producción de salitre y yodo extraído por el reciclaje de antiguas oficinas salitreras en Huara y Pozo Almonte y nuevas oficinas como Nueva Victoria.

Turismo
La actividad turística es muy importante, debido a poseer las mejores playas del país, la temperatura de sus aguas, la belleza del desierto, su hermosa costanera, arquitectura. Posee uno de los mejores desarrollos turísticos a nivel nacional. De hecho, el rubro de hoteles, restaurantes y comercio representaba un 30,68% del PIB.

Administración
Iquique pertenece al Distrito Electoral N°2 y pertenece a la 1ª Circunscripción Senatorial (Tarapacá). Es representada en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional por los diputados Marta Isasi (Independiente, UDI) y Hugo Gutiérrez del PC. A su vez, es representada en el Senado por los senadores Jaime Orpis de la UDI y Fulvio Rossi, presidente interino del PS.

Municipalidad
Alcaldes de la ciudad de Iquique
Alcalde Inicio Término
Se instala la primera municipalidad (Período peruano) 1873 1876
se instala el Concejo Departamental y Provincial 1876 1877
Benigno Posada Galís 1877 1878
Eduardo de Lapeyrouse (Periodo chileno) 1879 1879
Maximo Rosenstock 1880 1883
Exequiel Fuentes, Rafael Sotomayor y Eduardo Cunningham. 1884 1884
Exequiel Fuentes, Rafael Sotomayor y Eduardo Cunningham. 1885 1887
Santiago Sanz, Rafael Sotomayor y Eduardo Cunningham. 1887 1887
Antonio Valdés, Carlos Vargas y José Pinto. 1888 1890
Gumercindo Moya, Luis Jofré y Federico González. 1891 1893
Gumercindo Moya, Luis Jofré y Federico González. 1894 1896
Pedro Guldemont, Arturo del Río y Juan Arellano. 1897 1897
Manuel Calvo, Wenceslao Cavada y Bonifacio Cornejo. febrero 1898
Manuel Calvo, Wenceslao Cavada y Eduardo Vivanco. Mayo 1898
Manuel Calvo, Wenceslao Cavada y Juan de Dios Arellano. 1899 1899
Arturo del Río, Pedro Guldemont y Antonio Hameau. 1900 1900
Jorge Buchanan, Rafael Venegas y Arturo del Río. 1900 1902
Arturo del Río, Pedro Guldemont y Antonio Hameau. 1903 1908
Pedro Guldemont, Belisario del Canto y Carlos Subercaseaux. 1909 1914
Carlos Monardes, Arturo Cruzat y Juan Aguirre. 1915 1918
Carlos Monardes, Pedro Seguel y Benito Arellano. 1919 1919
Manuel Godoy, Pedro Seguel y Benito Arellano. 1920 1921
Pedro Portillo, Desiderio Avalos y José Letelier 1922 1924
Enrique Brenner, Santiago Macchiavello y Belisario del Canto 1925 1926
Enrique Brenner 1927 1928
Carlos Galss 1929 1930
E. Brenner, Octavio Tapia, Benito Arellano y Ernesto Torres G. 1931 1931
Francisco Olmos 1932 1932
Belisario del Canto, Carlos Galss, Juan Avalos y Luis Advis L. 1933 1933
Eduardo Valenzuela y Luis Advis L. 1934 1934
Alfonso Echeverría 1935 1939
Eloy Ramírez 1939 1940
René Reyes 1941 1943
Anaximandro Bermúdez 1944 1944
José Barrera 1945 1947
José Zárate 1948 1950
Pedro Muga 1951 1953
Alejandro Valencia 1954 1956
José Rodríguez 1957 1959
Francisco Gallo 1960 1960
René Díaz 1961 1961
Samuel Astorga 1962 1963
Jorge Soria 1964 1973
Javier Provoste 1974 1975
Patricio Vidal 1976 1977
Guillermo Barrios 1978 1979
Egidio Feliú 1979 1981
Marta Marcich M. 1981 1986
Myrta Dubost 1986 1992
Jorge Soria 1992 2007
Myrta Dubost 2008 Actualidad

Gobierno Comunal
La Ilustre Municipalidad de Iquique está dirigida de la siguiente forma:

Cargo Nombre
Alcalde Myrta Dubost Alianza por Chile
Concejales María I. Macchiavello Fuerza País
Ivan Pérez Valencia (RN)
Francisco Prieto (PPD)
Flavio Rossi (PS)
José Lagos (UDI)
Alvaro Jofré (RN)
Arsenio Lozano La Fuerza del Norte
Guillermo Cejas La Fuerza del Norte

Hasta marzo del 2010, integraron el Concejo Municipal los ediles Felipe Rojas (UDI) y Renzo Trisotti (UDI), quienes renunciaron a sus cargos para asumir puestos administrativos de delegación regional y provincial durante el gobierno del Presidente de la República Sebastián Piñera.

Transporte
Transporte Público.Actualmente, el puerto de Iquique es uno de los más importantes del norte de Chile y, la razón es que hace de puerto principal para mercaderías que ingresan a la zona franca; de esta manera llegan a diferente países como Perú, Bolivia, Argentina, Paraguay, Ecuador, Brasil, Colombia y Uruguay, es decir, es uno de los principales puertos del Asia-Pacífico en América del Sur por el Pacífico, a diferencia de Valparaíso, principal puerto de entrada de automóviles solo de Chile. Las cargas que mueve el puerto local están directamente relacionadas a la ZOFRI (electrodomésticos, automóviles nuevos y usados, mercaderías en general, insumos mineros). A su vez, buena parte de las importaciones bolivianas se hacen a través de este puerto, generando un intenso tráfico entre Iquique y la ciudad boliviana de Oruro. A nivel de cruceros, Iquique no le ha sido un puerto atractivo ya que si se hubiese considerado por ejemplo las condiciones de Batimetría, en el caso de seguridad, ya que posee una mejor fosa de navegación en el puerto interior, además la plaza hotelera, y opciones eventuales, es superior ya que el nivel de actividades es mayor. Iquique posee 150 kilómetros de playas con muy buena pesca y parajes muy interesantes, de esta forma hubiese sido descartado de plano el pequeño puerto de Arica, lo que le habría afectado a la economía ariqueña. Por otro lado el puerto de Iquique es uno de los tres puertos en la región, existe el puerto de Patillos y el puerto de Patache, los cuales tiene una fuerte actividad en la minería a granel de material Cuprífero y sal, esta última del Salar grande.

A nivel aeronáutico, el Aeropuerto Internacional Diego Aracena (o Chucumata) sirve a la ciudad de Iquique. Distante a unos 30 km aproximadamente al sur, tiene una pista de aterrizaje de 3.350 metros de largo y una losa de 60 metros de ancho. Es el cuarto aeropuerto en cuanto a pasajeros transportados, y el segundo aeropuerto en cuanto a transporte de carga de Chile, según datos de la Junta de Aeronáutica Civil. Para los próximos años se prevé la ampliación del terminal aéreo, para satisfacer esta alta demanda.

A nivel de carreteras, la conectividad de la ciudad es relativamente buena. Si bien las vías que la conectan con las cercanas ciudades de Arica y Antofagasta están pavimentadas, la infraestructura asociada a ellas sigue siendo mínima. Actualmente existen 2 proyectos de autopistas concesionadas con un total de 87 km que unirían la ciudad con la Ruta Panamericana (47 km) y con el aeropuerto (40 km). De concretarse, el tramo hacia la Panamericana sería el primero en ser ejecutado. De acuerdo al MOP, antes de que finalice el año 2009 se daría el vamos a la licitación.

El actual terminal rodoviario de la ciudad es un ejemplo de la urgencia de inversión que requiere Iquique en este aspecto. La precaria infraestructura tiene un carácter provisorio y no es capaz de absorber el intenso tráfico, principalmente internacional. Las principales empresas de buses con servicio nacional son: Tur Bus, Pullman Bus, Kenny Bus, Pullman del Norte, Ramos Cholele, Buses Pullman Carmelita, Santa Rosa, Pullman San Andrés; y con servicio internacional (principalmente a Bolivia): Buses Cuevas y González, Buses TransLitoral, Salvador S.R.L.

El transporte interurbano está dividido en dos zonas: los microbuses que sirven a la comuna de Iquique (líneas 4, 5, 6, 6A, 7, 9, 10, 15, 17, 18 y 20) y los que conectan con la comuna de Alto Hospicio (líneas 1, 1A, 1B, 1.21, 3, 3A, 3B, 3C y 33). La implementación del sistema TransIquique cambió la numeración de los microbuses (de líneas 4,5,6 a 110, 102, 120; por ejemplo) y preveía un reordenamiento del tráfico en el transporte público con calles segregadas, vías exclusivas y paraderos "diferidos" (actualmente los autobuses toman y dejan pasajeros en cualquier lugar). Los Taxis Básicos, Radiotaxis y los llamados "Colectivos" (que en realidad son taxis colectivos ya que nunca fue posible implementar un correcto sistema de colectivos con recorridos) también serían incorporados a este reordenamiento. Sin embargo hasta la fecha, ha sido imposible reordenar este último gremio, dada la excesiva informalidad con la que operan, además del hecho que muchos Radiotaxis funcionan, además, como Colectivos.

Esta en etapa de estudio para una proxima licitación pública la construcción de un Metro cable o Teleférico que una a la comuna de Iquique con la comuna de Alto Hospicio, para, de esta forma, aliviar el trafico vehicular de la congestionada avenida Alejandro Soria (Ruta CH-16), que une ambas localidades.

Dentro de este sector esta en fase de proyecto para el 2020 la propuesta que consiste en un nuevo terminal de buses para la ciudad de Iquique, emplazado en el sector de Bajo Molle y que cumpla con brindar un servicio acorde a las necesidades que surgirán en el plano de la conectividad e información desde y hacia la ciudad con la habilitación del corredor bioceánico Santos-Iquique.

En una primera instancia se desarrollará un PLAN MAESTRO que considera intervenir diversos puntos dentro de Iquique (incluyendo Alto Hospicio) y nuevos trazados viales que plantean optimizar conectividades. Mediante esta propuesta se busca establecer el punto de partida para la solución a conflictos y problemáticas urbanas que hoy en día se presentan en la ciudad de Iquique, como por ejemplo, la congestión producto de la alta densidad vehicular y del tránsito de camiones de carga pesada y de buses interurbanos en calles que no soportan la gran escala de estos flujos; así como también la carencia de un espacio significativo y acorde para el recibimiento de pasajeros que, al mismo tiempo, cumpla con entregar la información sobre qué hacer o dónde ir dentro y fuera de la ciudad y también que sea capaz de dar la posibilidad en desplazamientos hacia puntos relevantes en cuanto a lo turístico y comercial dentro de redes existentes. Con esto alguno de los beneficios directos que traerá el proyecto sera la creación de paradas de micro buses alrededor del recorrido, así como la creación tren ligero que ira desde el terminal de buses nuevo hasta la zona franca de Iquique.

Atractivos turísticos
Centro Cultural Palacio Astoreca.Artículo principal: Palacio Astoreca
A principios del siglo XX estaba en su apogeo la industria del salitre. En las primeras décadas de ese siglo, Iquique crece económicamente de una manera sorprendente gracias a los importantes avances de procesamiento del Salitre, el que era exportado a diversos países de Europa. Existían en la época 170 oficinas salitreras. Los dueños de estas oficinas construyeron sus casas de estilo Georgiano en Iquique, especialmente en calle Baquedano. En ese contexto se construye el Palacio Astoreca en 1904 por encargo de don Juan Higinio Astoreca, dueño de las oficinas La Granja, Felisa, La Aurrera e Iris.

El Palacio Astoreca está construido integralmente de pino oregón. Su arquitectura está inspirada en el estilo Georgiano. Este edificio tiene 1400 m2, en el primer piso se hicieron 15 departamentos y 22 en el segundo. La casa perteneció a la familia Astoreca, pero no fue habitada por ellos, por que en 1904 decidieron trasladarse a Valparaíso, para en 1909 vender con todo su mobiliario la propiedad al gobierno, en la suma de 80.000 CLP. A partir de ese entonces comenzó a funcionar allí la intendencia regional, hasta que en 1977 se traslada al nuevo edificio las habitaciones decoradas con muebles de diferente estilo, entre los que destacan: Neo-Luis XVI, Art Nouveau, Neo Renacimiento francés, entre otros. El Palacio Astoreca es una joya arquitectónica que puede ser visitado por el público en general, para admirar la grandeza de una época pasada.

Paseo Baquedano
Casco Antiguo de Iquique.Decir Baquedano es decir de algún modo Iquique. La calle Huancavelica durante la República del Perú, y Baquedano cuando el puerto cae bajo la dominación chilena, constituye la columna vertebral de esa ciudad que se constituyó como tal, por obra y gracia de la actividad salitrera. Baquedano fue la calle por donde la aristocracia salitrera paseó su honor y su riqueza. Por aquí sus escándalos tan bien relatados en la novela de Juanito Zola, "Tarapacá" despertó a las decenas de puritanas que allí dormían. Al final de esta calle, hacia el sur, y por las calles Obispo Labbé, Patricio Lynch y Bulnes se constituyó el barrio inglés. La Iglesia Anglicana y la Logia Masónica son sus referentes simbólicos.

La calle Baquedano es testimonio del auge de la industria salitrera en nuestra provincia. Las casas se edificaron entre 1820 y 1920, las cuales fueron construidas con similar arquitectura, así dar un toque especial a esta hermosa calle. Durante la administración peruana esta calle se llamó Santa Rosa, después Huancavelica; posteriormente, en la administración chilena Manuel Baquedano y Cristian Fonseca.

Las casas construidas con pino oregón, madera que llegó a este puerto procedente de Estados Unidos y Canadá, construidas por el sistema de armazón simple o “Balloon Frame”, estilo arquitectónico georgiano. Destacan sus bonitos corredores hacia la calle con livianos pilares y balaustradas de madera y hermosos marcos de puertas y ventanas, el uso de lucarnas o linternas, de miradores y el techo aéreo sombreado sobre la azotea, que son elementos recurrentes de este armónico conjunto legado señero de la gran gesta salitrera.

Hoy la calle Manuel Baquedano está convertida en un paseo público. En el día reúne a diversos comerciantes de antigüedades, quienes junto con ofrecer los más insólitos productos rememoran el tiempo de las salitreras. Sin embargo, aún existen tramos sin terminar, como el comprendido entre las calles Zegers y José Joaquín Pérez.

Vale destacar que en el paseo se encuentran ubicados importantes centros culturales de la ciudad, como el Museo Regional, el Museo Militar y el palacio Astoreca; y educativos como el Liceo Libertador General Bernardo O'Higgins (ex Liceo de Hombres), establecido en 1886 y ubicado entre las calles Orella y Manuel Bulnes.

Teatro Municipal de Iquique
El Teatro Municipal de Iquique fue construido en 1889 por los hermanos Soler y se caracteriza por una fachada de estilo Neoclasico con cuatro figuras femeninas que representan cuatro ramas del arte: la música, el teatro, la danza y la pintura. El Teatro está íntegramente construido en madera de pino oregón, madera estructural proveniente de Canadá. Las cañas, arcilla y conchuela molidas son los materiales de construcción predominantes. Durante la época de oro del salitre este teatro fue el escenario de representaciones de ópera, zarzuela y teatro de nivel internacional.En la Hall del teatro se encuentra un Foyer, bajo su cupula central están pintados cuatro genios de la música y cuatros querubines que representan de la música, la danza, la pintura y el teatro. Actualmente, esta joya de la arquitectura es Monumento Nacional, por Decreto Supremo de 1977 y constituye un motivo de legítimo orgullo para los iquiqueños.

Boya Corbeta Esmeralda
Colocada en el lugar donde se hundió la corbeta Esmeralda el 21 de mayo de 1879, en el Combate naval de Iquique. Está construida de acero y mide doce pies de alto, pintada con los colores de la bandera de Chile y enarbolando a la misma en su parte más alta. Se realizan visitas turísticas en lancha alrededor de ésta. La primera boya fue instalada el 21 de mayo de 1928 y lograba iluminarse por la noche con lámparas de acetileno incorporadas en su estructura. El 25 de mayo de 1971 se reemplazó por una de fibra de vidrio, que corresponde a la que se utiliza para los reemplazos por reparaciones. La actual fue colocada allí el 12 de mayo de 1995.

Avanza construcción de réplica Esmeralda
Con la firma de las instituciones involucradas en la construcción de la réplica de la Corbeta Esmeralda en diciembre de 2007, en el Paseo Lynch fue entregado oficialmente el proyecto de ingeniería básica y planos de ese proyecto que se espera quede terminado el año 2009. La etapa arquitectónica que delineó el proyecto "Centro Cultural Museo Réplica de Corbeta Esmeralda" tuvo un costo de 53 millones de pesos, los que fueron financiados por Minera Collahuasi siendo ejecutada la instancia por la Corporación para el Desarrollo de la Universidad Arturo Prat, CORDUNAP.

Playa Cavancha
Corresponde a la playa ubicada frente a la ciudad de Iquique, en su litoral. Sus arenas de color blanco albergan a veraneantes durante todas las épocas del año. En su extensión es posible practicar diversos deportes náuticos como el bodyboard, surf, windsurf, velerismo, esquí acuático, entre otros. La temperatura promedio en el año alcanza los 24 °C, por lo que puede ser visitada durante todo el año, convirtiendo a Iquique un gran centro turístico.

Skate Park
Creado por su alcaldesa, es considerado uno de lo mas grandes de América y es una atracción principal de esta ciudad, este parque también cuenta con un Bike Park donde los ciclistas pueden realizar diversos trucos en sus ramplas, este parque se encuentra en Playa Brava. [cita requerida]

Parque Temático Cavancha
Parque Temático Cavancha.Es una de las avenidas costaneras de Chile, donde los niños tienen acceso a disfrutar de juegos interactivos y paisajes naturales. El lugar contempla la habilitación del santuario de los yacaré, peces tropicales, y tres piscinas con lobos marinos amaestrados.

La obra del Parque Yacaré Aventura está emplazada en 1.600 metros cuadrados, donde se creó un hábitat especialmente acondicionado para la exhibición de 21 yacarés, los que cuentan con dos ambientes de descanso –uno en tierra y otro en agua, ambos controlados en su temperatura, ya que estos reptiles requieren para su supervivencia entre 20 y 25 °C.

Iglesia Catedral de Iquique
La Parroquia de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción fue construida en 1885, dos años después de incendiarse la antigua Iglesia Parroquial de Iquique, gracias a la iniciativa y gestiones del vicario apostólico Camilo Ortúzar. Apenas se inició su construcción en 1884 y hasta el año 1888 albergó los restos del capitán Arturo Prat y de otros héroes del Combate naval de Iquique.

El 20 de diciembre de 1929 y mediante la Constitución Apostólica "Ad Gregem Dominicum", el papa Pío XI crea la Diócesis de Iquique, convirtiendo a esta iglesia en la Catedral de la ciudad.

La Catedral es de estilo neoclásico italiano, su edificio rectangular ocupa una cuadra completa; a un costado se ubican las oficinas parroquiales y en su parte trasera alberga una Capilla Ardiente. En el patio norte del templo se encuentra un enorme crucifijo que, se dice, es el protector de Iquique.

Su interior se compone de tres naves, divididas por dos hileras de columnas corintias, la nave central presenta una bóveda azul adornada con estrellas doradas. Tras el Altar Mayor se encuentra una espléndida representación de la Asunción de Santa María.

La Catedral de Iquique se ubica en calle Obispo Labbe, entre Bolivar y Esmeralda, a pocos pasos del Muelle de pasajeros y del centro comercial de la ciudad.

Museos
Museo Municipal de Iquique: dependiente de la Corporación Municipal de Desarrollo de Iquique, ocupa el antiguo edificio de la empresa Astoreca, construido en 1902. Posee colecciones de etnográficas de las poblaciones aimaras del altiplano andino e indígenas de la costa. Cuenta, además, con una sala dedicada a la explotación salitrera. Se ubica en Paseo Baquedano 951.
Museo Naval: dependiente de la IV Zona Naval, ocupa una parte del primer piso de la antigua aduana (actual Palacio Rimac). Posee principalmente objetos y reliquias del Combate naval de Iquique Se ubica en avenida Arturo Prat s/n, en las dependencias d la ex-aduana.
Museo Histórico Militar : dependiente de la VI División de Ejército, su sencilla colección muestra objetos e indumentaria de la Guerra del Pacífico. Se encuentra en Paseo Baquedano 1396.
Museo del Mar: de propiedad de la Universidad Arturo Prat, es de carácter privado. Su colección, que está en proceso de clasificación incluye principalmente una muestra de la zoología y fauna marina del litoral. Se ubica en el Campus Huayquique de la UNAP.

Deportes
Sin lugar a dudas el deporte ha sido una institución cultural en la ciudad. Desde la época del salitre, comenzaron a ver la luz una serie de instituciones deportivas (Jorge V, Unión Matadero, Unión Morro, Cavancha, Maestranza, Club Chung Hwa, por nombrar algunos), y en distintas disciplinas deportivas.

El boxeo rindió sus primeros triunfos de la mano de figuras emblemáticas tales como Estanislao Loayza, "Tani", el primero en disputar un título mundial en 1925, o el oriundo de Caleta Buena, Arturo Godoy, campeón nacional quien disputó el título mundial con Joe Louis, el "bombardero de Detroit", en el Madison Square Garden de Nueva York, en 1940, y con quién perdió en definitiva por puntos. Aún hoy se pueden visitar los vestigios de los gimnasios utilizados por estos íconos del deporte local en la calle Thompson, donde han sido convertidos en bodegas para feriantes.

El 4 de septiembre de 1971 fue una fecha para la historia. Chile aventajó a Estados Unidos por 128.300 puntos. Chile se había clasificado como el Campeón del Mundo en Caza Submarina, donde el lugar de la hazaña fue en Iquique. El equipo estaba conformado por Raúl Choque, Pedro Rozas, y el coquimbano Fernando Sánchez. Además de Federico Schaffer, quien fue el capitán, Samuel Rodríguez y Eduardo Soto.

El fútbol, sin embargo, fue quién le dio el título de "tierra de campeones" a la ciudad. Según antecedentes históricos, el primer partido oficial de fútbol se jugó (posiblemente) el 14 de junio de 1896, con motivo del aniversario de la Sociedad de Ilustración y Progreso de Iquique. El año 1902 se crea la Liga de Fútbol de Iquique, con la participación de clubes formados principalmente por extranjeros. Esta Liga es reemplazada el 19 de mayo de 1931 por la Asociación de Fútbol de Iquique (AFI). Para ese entonces existían una serie de clubes, representativos de los distintos barrios de la ciudad, tales como el Club Yungay (fundado en 1905 y el más antiguo de Iquique), C.D. Maestranza (fundado en el mismo año), Estrella de Chile (fundado en 1921), Club Deportivo Unión Morro (fundado en 1923), Club Unión (fundado en el mismo año), Club Deportivo Rápido (fundado al igual que el anterior), Club Jorge V (fundado en 1926) y Club Sportiva Italiana (fundado al mismo año), entre otros. La inauguración del estadio Municipal de Iquique en los antiguos terrenos del hipódromo del Tarapacá Sporting Club el 21 de mayo de 1933, popularizó el deporte.

La selección local de fútbol consiguió 7 títulos amateurs a nivel nacional; el último en 1978, cuando es fundado el Club de Deportes Iquique. Este toma la posta gloriosa, haciéndose con el título de segunda división en 1979, y, un año más tarde obtiene la Copa Polla Gol (torneo de apertura) al derrotar a Colo-Colo por 2 a 1 en el estadio Nacional. Figuras de ese equipo fueron Luis Acao (oriundo de Huara y capitán del equipo) y Fidel Dávila, entre otros. De aquel club, Juan Ponce Ferrari y Cristian Sasso se convirtieron en los primeros jugadores del club en ser nominados a una selección chilena de fútbol, en 1980. Por desgracia, la historia concluyó en el año 2002, cuando desaparece la institución de los dragones celestes, en medio de una crisis deportiva y económica.

El año 2007, sin embargo, vuelve al profesionalismo, esta vez bajo el nombre de Municipal Iquique, tras obtener el título de Tercera División, no obstante el nombre de Municipal es poco aceptado por la hinchada pidiendo que vuelva su antiguo nombre de Club Deportes Iquique. Este equipo consiguió el ascenso a primera división el año 2008 derrotando al equipo de Coquimbo Unido por lanzamientos penales.

El surf y el bodyboard desarrollan año tras año nuevas oportunidades para la ciudad. Siendo una de las ciudades con más constacia de oleaje específico para la práctica de estos deportes en el mundo, esta ciudad se convierte en un punto turístico clave para su desarrollo. En el bodyboard exponentes como Juan Antonio Fischer, Gabriel "Momio" Brantes, Hernan Flores, Eduardo Carpinello, y Eduardo Salinas han sido llamados a la selección nacional obteniendo importantes logros dentro y fuera de Chile, así como también las nuevas generaciones. En surf, Juan Carlos Lombardi, Benjamin Barros, Roddy Álvarez, Cristian "Morris" Tapia y Reinaldo Ibarra destacan en la disciplina física.

Educación
La comuna de Iquique cuenta con establecimientos educacionales publicos, subvencionados y particulares en los cuales se imparte la educación Pre-escolar, Educación Básica y Educación Media y se desglosan de la siguiente forma: 28 colegios Públicos, 33 colegios privado - subvencionados y 8 colegios privados.

La ciudad también cuenta con diversas universidades:

Universidad Arturo Prat (fundada en 1965 como Universidad de Chile, Sede Iquique).
Universidad de Tarapacá.
Universidad Santo Tomás.
Universidad del Mar.
Universidad de Los Lagos.
Universidad Bolivariana.
Universidad Tecnológica de Chile (INACAP).

Bomberos
La primera compañia de bomberos de la ciudad fue fundada el 10 de diciembre de 1870 por Alfonso Ugarte y Guillermo Billingurst.

Por otro lado la ciudad de Iquique tiene uno de los cuerpos de bomberos más antiguo de Chile, por lo tanto, es mucha la historia que tiene con la ciudad, ya que grandes incendios han afectado a edificaciones antiguas, grandes industrias y casas-habitaciones. Fundado el 7 de octubre de 1875[cita requerida], ha estado por 134 años al servicio de la comunidad. Nueve compañías organizadas y entrenadas componen la institución:

Compañía "Española" Nº1.
Compañía "Germania" Nº2.
Compañía "Ausonia" Nº4.
Compañía "Dalmacia" Nº5.
Compañía "Sargento Aldea" Nº6.
Compañía "Bomba Tarapacá" Nº7.
Compañía "Victoria" Nº11.
Compañía "Iquique" Nº12.
Compañía "Guardiamarina Ernesto Riquelme" Nº14.
Cooperación De Consumos Carabineros De Chile
Ubicada en: Vivar, 1107, Iquique‎ - Teléfono: (0)57 413 171‎

Carabineros De Chile Prefectura De Iquique‎
Ubicada en: Patricio Lynch, 1158, Iquique‎ - Teléfono: (0)57 411 851‎

Circulo De Carabineros En Retiro
Ubicada en: 21 de Mayo, 1698, Iquique‎ - Teléfono: (0)57 420 970‎

Carabineros De Chile Prefectura De Iquique‎
Ubicada en: Vivar, 1153, Iquique‎ - Teléfono: (0)57 412 694‎

Carabineros De Chile Prefectura De Iquique
Ubicada en: José Francisco Vergara, 3111, Iquique‎ - Teléfono:(0)57 441 986‎

Carabineros De Chile Prefectura De Iquique‎
Ubicada en: José Joaquín Pérez, 330, Iquique‎ - Teléfono: (0)57 413 197‎

Circulo De Carabineros En Retiro
Ubicada en: Avenida La Tirana, 2745, Iquique‎ - Teléfono: (0)57 438 193‎

Carabineros De Chile/direccion General
Ubicada en: Freddy Taberna Gallegos, 140, Iquique‎ - Teléfono: (0)57 473 669‎

Carabineros De Chile Prefectura De Iquique
Ubicada en: Pedro Lagos, 1024, Iquique‎ -Teléfono: (0)57 413 414‎

Carabineros De Chile Prefectura De Iquique‎
Ubicada en: Barros Araña, 1840, Iquique‎ - Teléfono: (0)57 471 036‎

Tradiciones
La festividad religiosa de la Virgen de la Tirana se celebra actualmente cada 16 de julio en el pueblo de La Tirana donde participan bailes en devocion a la Virgen del Carmen.

Carros Alegóricos navideños
Al principio de los años 60, un personal de Correos de Chile comenzó a llevar regalos a sus hijos en el camión del reparto de encomiendas y un funcionario, Mario Vidal, se vestía como el Viejito Pascuero y salían el día 24 de diciembre en la tarde a visitar las casas de los funcionarios que tenían hijos menores.

El carro era simple, solo el Viejo y sus ayudantes, estos no se disfrazaban y el camión no tenía adornos.

Con el paso de los años, las pesqueras iquiqueñas se sumaron y como era la '"ERA DEL OLOR A DOLARES"', los sindicatos de las pesqueras de iquique comenzaron a adornar el vehículo y cada vez mejor paulatinamente hasta llegar a los carros alegóricos de hoy en día. En la actualidad, este suceso pasó a ser una tradición que se repite anualmente en épocas navideñas (a mediado de diciembre), no obstante, esta tradición se ha ido evolucionando. Todos los años, los carros alegóricos navideños cargan entre 10 y 15 voluntarios en el camión disfrazados de viejos pascueros o de personajes de dibujos animados infantiles de moda, que lanzan caramelos a los niños en torno a que el camión vaya pasando. Y los camiones pasan por todo Iquique llenos de colores, de caramelos, música energizantes y mucha alegría que repartir hacia los niños que los ven pasar. Muchos carros hasta incluyen las llamadas bandas de bronces (típicas de los bailes religiosos de la fiesta de La Tirana)tocando música en vivo mientras recorren toda la ciudad (y también Alto Hospicio).

Esta tradición es reconocida por los iquiqueños por ser única a nivel nacional.

Medios de comunicación
Iquique al ser una ciudad de importantes conexiones internacionales mediante el comercio y las exportaciones; lo que la convierte en una de las ciudades más importantes del norte de Chile; se captan todos los canales de televisión de cobertura nacional: TVN, Canal 13, Chilevisión, La Red, Mega, Telecanal (la excepción la constituye el canal Universidad Católica de Valparaíso Televisión, UCV TV, ya que la estación vendió la red de repetidoras en el norte a Telecanal, que a su vez había adquirido al extinto canal Telenorte).

También en Iquique se concentran los medios de comunicación de la región; entre los cuales están diarios como La Estrella de Iquique y Diario 21: plataformas digitales informativas como los diarios digitales de los anteriores, además de Cavancha e Iquique online. En Iquique las radios son Bravissima, Caribe, Salitre 80, Paulina y Municipal; y los canales de televisión son Iquique TV, Nortv, Tarapacá Televisión (de propiedad municipal)y el canal privado de la Universidad Arturo Prat.

Iquiqueños ilustres
Guillermo Billinghurst Angulo, militar y político peruano, combatiente de la Guerra del Pacífico y Presidente del Perú entre 1912 y 1914.
Óscar Bonilla, General del Ejército de Chile, Ministro del Interior.
Hernán Buchi, Ingeniero, Ministro de Hacienda, Candidato presidencial en 1989.
Elena Caffarena Morice, abogada, impulsora del sufragio femenino en Chile.
Victoriano Caqueo Cholele, creador de la música del Himno a Iquique.
Ramón Castilla, militar y político, nacido en Tarapacá y muerto en Tiliviche. Presidente del Perú en 1845 - 1851, 1855 - 1862 y 1863. Decretó a Iquique como puerto mayor.
Vittorio Corbo, Economista, Presidente del Banco Central de Chile.
Pedro Gamboni, ingeniero químico e industrial salitrero. Realizó mejoras en la industria del salitre y del yodo.
Arturo Godoy, boxeador, segundo iquiqueño en disputar la corona del mundo
Jorge Inostroza, Escritor, autor de la novela "Adiós al Séptimo de Línea" y de la letra del himno 'Los Viejos Estandartes'
Estanislao Loayza, boxeador, primer iquiqueño en disputar la corona del mundo.
Remigio Morales Bermúdez, militar y político peruano, combatiente de la Guerra del Pacífico y Presidente del Perú entre 1890 y 1894.
Sixto Rojas, Pintor y cronista, sobreviviente de la Matanza de la Escuela Santa María.
Enrique Silva Cimma, Ministro de Relaciones Exteriores, Senador de la República.
Alfonso Ugarte Vernal, peruano, defensor de Arica en la Guerra del Pacífico.

Organizaciones Sindicales
En Iquique existen numerosas e influyentes organizaciones sindicales, muchas de ellas afiliadas a la CUT, siendo de las màs importantes: los sindicatos portuarios, ZOFRI, sindicatos mineros, comercio y funcionarios públicos.

También organizaciones sindicales fortalecidas por hechos históricos como ser "Matanza de Santa María", el 17 de diciembre de 1907. Las representaciones sindicales están dada por: comercio, funcionarios públicos, minerías, construcción, entre otros.

Ciudades hermanas de Iquique
Oruro, Bolivia
Campo Grande, Brasil
Taizhou, República Popular China
Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos
Sevilla, España
Miami, Estados Unidos
Ascalón, Israel
Oppido Lucano, Italia
Rapallo, Italia
Asunción, Paraguay
Arequipa, Perú
Tacna, Perú
Zagreb, Croacia

Referencias
FETRAPI histórica Organización que dentro de sus registro de afiliados tienen a 1600 trabajadores Portuarios que laboran en el Puerto de Iquique.
Organizaciones Sindicales "Sindicato París Iquique".
Sindicato Nª1 de Trabajadores Empresa Emin Faena Cerro Colorado.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Iquique

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